A pocas horas de que de comienzo el Masters de Augusta nadie se atreve a dar un ganador en un edición donde los favoritos son muchos. Lo que si sabemos es quién ¡no ganará! si nos atenemos a la tradición en un evento donde las tradiciones aparecen por los cuatro costados.
Desde 1960, año en que se jugó el divertido y familiar concurso de los pares 3, nadie que consiguiera la victoria en el campo ha conseguido vestir la Chaqueta Verde por lo que nos atrevemos a decir que Jimmy Walker tendrá que esperar otro año en levantar el trofeo del primer Grande de la temporada.
Walker ganó con record al anotar tan solo 19 golpes (-8) en esos nueve hoyos cortos en el que se incluía un Hoyo en Uno en el 2 y donde a punto estuvo de realizar un segundo en el 7, en el mismo donde Gary Player a sus 80 años se lo apuntaba.
En segundo lugar terminaron Craig Stadler, campeón del Masters en 1982, y Keegan Bradley empatados con -5. Como es costumbre algunos jugadores permitieron a sus caddies o hijos patear en el hoyo 9 una divertida forma de acabar la competición, de esa forma se anula la tarjeta no sea que por «casualidad» se obtenga la victoria.
El evento es una divertida tradición -al menos para los asistentes- en el que los niños y mujeres de los jugadores se mezclan con el público que acude al Augusta National siendo ésta una oportunidad única para pedir los imprescindibles autógrafos a guardar para la posteridad, y por qué no, venderlos en eBay cuando se tercie.