Según se acerca el momento del debut olímpico del golf (este jueves con horarios ya confirmados), el capitán español Manolo Piñero lo va viviendo con más intensidad. Para un hombre de su palmarés, campeón del mundo, de la Ryder Cup y uno de los fundadores del Circuito Europeo, se trata de una oportunidad única de redondear su excelso palmarés, y podría hacerlo con la consecución de un metal.
Pese a la ausencia de algunos destacados golfistas, el plantel de 60 no es malo en absoluto y está muy abierto. “Hay unos 35 jugadores con posibilidades reales de medalla, gente muy importante, con experiencia, para solo tres medallas –reconoce el capitán-. Va a ser difícil, pero espero que al final estemos en la pelea por los metales”.
Esto último lo dice con la sonrisa en la boca mientras observa los entrenamientos de sus muchachos en Río de Janeiro. “Los dos llegan muy bien de forma. Hemos ido comentando algunos golpes por el campo, las zonas preferentes de caída y cosas así… pero en el momento del torneo será cuestión de sensaciones, de cómo lo vayan viendo sobre la marcha”, añade.
Por eso, aun sin querer mojarse en cuanto al pronóstico para el domingo, Manuel Piñero mantiene alta la esperanza. “A Sergio le había visto más a lo largo de la temporada y sabía cómo llegaba, pero quien me está impresionando estos primeros días es Rafa, por la evolución que está teniendo y cómo está jugando. Los rivales no lo van a poner nada fácil, pero los dos tienen chance esta semana al estar en un momento muy bueno”, cuenta.
El capitán español se mueve por el parque olímpico con la impresión de estar viviendo un momento inigualable, y así lo deja ver. “Se trata de una oportunidad única –reconoce emocionado-, sobre todo de poder vivir en primera persona la experiencia de la Villa Olímpica. Esa zona del comedor en la que gente de todo el mundo y de todas las culturas conviven y disfrutan del deporte es algo maravilloso. En un mundo como el que nos ha tocado vivir, en el que hay tantas guerras y tantas diferencias, llegar aquí y ver esto es un ejemplo. ¡Ojalá lo tomasen como tal los políticos! Podrían elegir durante un tiempo como presidentes de los gobiernos mundiales a deportistas olímpicos, a ver qué pasaba”, bromea el extremeño.
Con respecto a la repercusión que va a tener el golf dentro del programa olímpico, Manuel Piñero es optimista. “Si mantienen el golf en el futuro, que creo que lo deben mantener, va a ser fantástico para el golf –comenta-. La verdadera medida de su importancia la veremos en Tokio, donde todo va a ser diferente; allí sí que hay afición y cultura de golf, por lo que se llenará el campo, seguro”.
Lo que ocurre es que antes hay que superar esta edición carioca, en la que hay muchos ojos pendientes de escrutar todos los detalles de la competición. Las primeras miradas se dirigen, lógicamente, hacia el nuevo diseño de Barra de Tijuca.
“El campo está fantástico –reconoce Manolo-. Me ha sorprendido gratamente lo que han conseguido en un terreno muy bonito, donde han tocado la tecla que debían tocar. Es muy natural, espectacular, me ha recordado los recorridos de Melbourne, uno de los sitios más bonitos en los que yo he tenido la oportunidad de jugar. Para estar recién inaugurado, tiene el sabor de los campos antiguos. En la casa club y en otros detalles se ve que han llegado justos de tiempo, pero en general está muy bien”, explica.