Martin Kaymer vio reducida su ventaja a cinco golpes (uno menos con los que partió) en el US Open después de firmar birdie en el último hoyo de Pinehurst 2 en la penúltima jornada del segundo evento de la temporada del Grand Slam.
El alemán apretó el puño después de embocar ese último putt sabiendo de su importancia en un día donde perdió cuatro calles, una más que en las dos jornadas anteriores y cazó 10 de 18 greens en sus 72 golpes (+2). «Estuvo bien. No jugué tan bien como los dos primeros días, pero me mantengo ahí», dijo Kaymer. «La USGA aprieta las clavijas poniendo posiciones (de bandera) muy, muy difíciles.»
“El mayor desafío que tendré el domingo será no jugar a la defensiva. Si juegas con miedo, terminas cambiando tu plan de juego y no ejecutas tu swing naturalmente”; aseguró Kaymer en rueda de prensa. “Los bogeys de hoy (sábado) no fueron errores mentales, simplemente fallé algunos golpes desde el tee.”
Como bien decía el teutón, la USGA se puso dura en esta tercera jornada, prueba de ello es que tan solo dos jugadores lograron restar golpes al campo, Fowler y Compton que entregaron cartulinas de 67 golpes.
Con Kaymer son media docena los que mantienen sus números en rojo, el propio alemán (-8); Rickie Fowler y Erik Compton (-3); Henrik Stenson y Dustin Johnson (-2) y Brandt Snedeker (-1). Por detrás otros tres igualan al campo, Matt Kuchar, Brooks Koepka y Kevin Na.
Kaymer que podría convertirse en el primer jugador en ganar THE PLAYERS y el Abierto de EE.UU. en el mismo año tendrá en el último partido a Rickie Fowler como compañero. El joven estadounidense que acabó en el Top 10 en la pasada edición tiene en el putt a uno de sus grandes aliados ya que a pesar de cazar tan solo seis de 14 calles y la mitad de los greens solo necesitó de 24 putt para acabar su ronda.
Sergio García, único español en Pinehurst el fin de semana, avanzó nueve posiciones en la tabla merced a una ronda de 72 goppes (+2). El castellonense comparte el puesto 35º con otros siete jugadores.