El jugador estadounidense ha hablado con los medios en una de sus primeras comparecencias públicas después de la gran exhibición que tanto él como el sueco Henrik Stenson ofrecieron al planeta golf en Royal Troon. Lefty parece haber superado sin aparentes dificultades el amargo sabor del segundo puesto en el Open después de firmar un resultado de -17 –unos guarismos que le hubieran permitido hacerse con el triunfo o haber forzado el desempate en 141 de los 145 British que se han disputado a lo largo de la historia-.
Para Mickelson esto ya es pasado, y ahora centra todas sus fuerzas en salir a ganar el último Grande del año en el Baltusrol GC, un campo que le trae grandísimos recuerdos al conseguir vencer aquí hace ahora 11 años para llevarse a su San Diego natal el segundo Major de su carrera. “He vuelto allí un gran número de veces. Me han invitado a jugar y conservo muchísimos amigos desde el año 2005. Recuerdo que el torneo finalizó un lunes, un día muy extraño para terminar un Grande”, afirmó.
Recuerda bien el norteamericano. Y es que marchando líder del torneo y con un putt para par en el hoyo 14, el evento tuvo que suspenderse por una tormenta eléctrica que hizo acto de presencia en el campo. La situación era la siguiente: Mickelson y Elkington comandaban en cabeza con -4, uno por detrás aparecía el danés Thomas Bjorn y con -2 estaba en Casa Club Tiger Woods. Así pues, el lunes se reanudó el evento con Lefty embocando el par. Los hoyos fueron avanzando y se llegó a una preciosa situación. Restaba el par 5 del hoyo 18 por disputar y el danés, el australiano y el estadounidense marchaban empatados con -3.
Ninguno de sus rivales fue capaz de sacar el birdie en la última bandera. Algo que aprovechó Mickelson, que con un golpe marca de la casa desde el rough la dejó a tiro para llevarse el Wanamaker a sus vitrinas. “No fue realmente un golpe complicado. La hierba alta estaba bien y tenía el hueco suficiente para intentarlo”, añadió el golfista. “Fue un momento importante en mi carrera, porque supe que tras conseguir el segundo Major iban a llegar más. Y así fue, ocho meses después conseguí mi segunda Chaqueta Verde”.
De momento, el jueves y el viernes tendrá que pelearse junto a Jason Day y Rory McIlroy por hacerse un hueco en la parte alta y así llegar con opciones los dos últimos días. Tiene la confianza y, sobre todo, el juego para llevarlo a la práctica. Veremos si lo logra.