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La surcoreana se convierte en la primera mujer en 116 años en conseguir un metal en unos JJOO. Foto: @PGATour
No fue por falta de ganas, pero el golf femenino español se va de vacío de Rio de Janeiro. Ni Azahara Muñoz (-2) ni Carlota Ciganda (+6) fueron capaces de levantar sus vueltas y se marchan del Campo Olímpico de Marapendi con sendas rondas por encima del par que dejan finalmente a la malagueña en el T21 y a la navarra en el T39, muy lejos de la lucha por los metales en esta penúltima jornada de los Juegos Olímpicos.
La golfista andaluza no empezó nada mal sus últimos 18 hoyos, con dos birdies en las seis primeras banderas. Sin embargo, la parte final del recorrido se le acabó atragantando hasta tal punto de cometer un doblebogey en el par 4 del 13 y dos bogeys más ante los que solo pudo responder con un último birdie en el 17 para firmar el +1 en el día.
Todo lo contrario fue lo sucedido a Carlota Ciganda, a quien se le dieron peor las primeras nueve banderas (comenzó por el 10 ya que la organización temía el riesgo de lluvias) por culpa de un doblebogey y dos bogeys en los cuatro primeros hoyos, mientras que las segundas las cerró con un birdie sin fallo. Al final dos por encima del par en el total de la ronda-.
Pero si hay alguien en el mundo del golf que hoy se siente feliz de verdad es la surcoreana Inbee Park (-15), que ha puesto de manifiesto la enorme superioridad de las asiáticas en este deporte. No solo por su oro, sino porque la plata y el bronce se las han repartido, respectivamente, Lydia Ko –de ascendencia surcoreana- y la china Shanshan Feng, que se ha impuesto por un golpe a la japonesa Harukyo Nomura, la gran sorpresa de esta última jornada.
De esta manera Park suma un oro olímpico a su extenso y glorioso palmarés -25 victorias profesionales, de entre las cuales hay 7 Majors que le avalan- y a sus 28 años manda un serio aviso a la neozelandesa, pues se muestra con muchas ganas de recuperar el trono que le quitó hace ya un tiempo la jovencísima jugadora de apenas 19 años. Un oro con el que recupera la sonrisa y con el que ayuda a Corea del Sur a destacarse como una de las potenciales del mundo del deporte tras su lesión.
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