Una complicada lesión en el pulgar izquierdo estuvo a punto de costarle la carrera deportiva hace apenas un año. Los rumores sobre una posible retirada se hicieron presentes más y más en los medios de comunicación. Pero ahí está. Con 28 años la surcoreana ha conseguido imponerse en 7 Majors, además de realizar los méritos necesarios para formar parte del LPGA Hall of Fame o, lo que es lo mismo, convertirse en una de las mejores jugadoras de la historia.
Y este sábado ha logrado lo único que le faltaba para su colección: el oro olímpico. Lo ha hecho por abrasión, manteniéndose firme desde el miércoles en las primeras plazas y aprovechando el abandono el miércoles de la tailandesa Ariya Jutanugarn para abrir en la clasificación una brecha insalvable para sus rivales, incluso para la número 1 del mundo, Lydia Ko, que se ha tenido que conformar con colgarse la plata. Aunque no debería preocuparse en exceso, pues a sus 19 años tendrá más oportunidades de lograr el campeonato olímpico.
La china Feng ha completado el podio, poniendo en relieve que en el golf femenino nadie le puede hacer sombra a las asiáticas.
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