¿Podrá Rickie Fowler demostrar el porqué de las grandes esperanzas que el golf norteamericano tiene depositadas en él? El año pasado ya se quedó a las puertas de levantar su primer Grande, una Jarra de Clarete que acabó conquistando Rory McIlroy. El golfista estadounidense llegaba al tercer Major de la temporada después de haber firmado un buen papel en el Open de Escocia, donde terminó empatado en la octava posición a siete golpes de Justin Rose.
Una semana después, el deportista de 26 años volvía a quedarse con la miel en los labios y se tuvo que conformar con compartir la segunda posición junto al castellonense Sergio García. Pero la dinámica parece haber cambiado.
Rickie Fowler consiguió este pasado fin de semana su primera victoria en el European Tour, triunfo que suma al The Players conquistado hace apenas dos meses en Ponte Vedra Beach. El jugador californiano disparó 268 golpes sobre la hierba de Gullane con un ritmo constante -66, 68, 66 y 68 fueron sus registros durante los cuatro días de competición-, pero tuvo que esperar al 18 del domingo para confirmar su victoria, triunfo que llegó gracias a un birdie que le distanció definitivamente del francés Raphaël Jacquelin y su compatriota Matt Kuchar, sus grandes perseguidores.
Fowler quiere convertirse en el segundo golfista de la historia en hacer el doblete Open de Escocia – British Open, hazaña sólo lograda por Phil Mickelson en el año 2013. “Algunos estadounidenses venimos aquí y utilizamos el Open de Escocia como una etapa más en nuestra preparación. Empezar con buen pie la semana en Europa indica que vas por el buen camino”, afirmó Fowler, que confía en realizar una buena actuación esta semana sobre la hierba de St. Andrews. “Estoy con muchas ganas de que llegue el jueves y poder competir en el British. Vengo de una gran victoria y mi juego se encuentra en perfectas condiciones”.
Con su triunfo en Gullane muchas casas de apuestas sitúan a Fowler como tercer gran favorito para ganar la Jarra de Clarete, después de sus compatriotas Jordan Spieth y Dustin Johnson. El californiano está con la moral por las nubes y sería una gran sorpresa si no llegara al último día con posibilidades de victoria.