Se jugaba el hoyo 10, par 3, donde Rory McIlroy había pegado un tirazo con su golpe de salida dejando la bola a apenas dos metros. Por su parte, los estadounidenses jugaban desde el bunker, por lo que la opción de ganar el hoyo los europeos se quedaba franca.
Cuando todo parecía que el hoyo sería para Europa apareció la magia de Fowler embocando la bola desde la arena y la mala fortuna de Poulter fallando su putt, por lo que el hoyo se convirtió en una dobla victoria para EE.UU.





