No tuvieron su mejor día pero cuando su equipo más los necesitaba sacaron su calidad. Por algo Rory McIlroy es el número uno del planeta y Sergio García es el número tres. Llegaban al tee del 17 con dos hoyos de desventaja necesitando ganar los dos que restaban para sacar medio punto, de vital importancia para los intereses europeos.
En el 17 McIlroy enchufó un putt desde unos 15 metros dejando la boca abierta a sus contrincantes, Rickie Fowler y Jimmy Walker. En el 18, par 5, el turno fue para Sergio García, protagonista de un golpazo con madera desde el rough alcanzando el green para lograr un nuevo birdie y el medio punto deseado.





