En 1979 Seve Ballesteros conquistaba el primero de sus tres British Open con apenas 22 años. Lo hacía en Royal Lytham & St. Annes Golf Club en su 108 edición y siempre será recordado por aquel golpe en el hoyo 16 desde el aparcamiento del campo tras jugar el driver y donde se anotó el birdie gracias a un extraordinario approach. Seve que jugaba con Hale Irwin se impuso con 283 golpes y tres de ventaja sobre Jack Nicklaus y Ben Crenshaw. Fue «el campeón del aparcamiento» diría más tarde Irwin.