Rafa Cabrera-Bello (-4) y Sergio García (-2) fueron capaces de domar al campo y se han marchado a la Villa Olímpica en esta primera jornada de los Juegos Olímpicos de Río con muy buenas sensaciones y con un resultado extraordinario en un complejo donde hemos visto pasar dificultades a muchos de los catalogados como pesos pesados de esta prueba. Y todo ello con el recuerdo del gran Seve Ballesteros presente –el equipo español ha llevado un crespón en sus gorras con los colores azul y blanco, uniforme histórico del cántabro-.
Por iniciativa de Manolo Piñero, que tantas vivencias compartió con el genio de Pedreña, el equipo español lució unas cintas blanquiazules, los colores de guerra del sabio cántabro. El propio capitán nacional elaboró los lacitos y se los entregó a los participantes. “Seve hizo mucho para que el golf volviera a estar en los Juegos y se merecía que le tuviéramos presente en este momento histórico”, declaró el Capitán español.
“Lo de llevar los colores de Seve lo pensamos cuando ya sabíamos seguro quiénes veníamos, lo hablamos con Manolo Piñero, que nos dio la idea de llevar sus colores. Es una cosa muy bonita porque sin duda él aportó más de un granito en el golf para que nosotros estemos aquí ahora”, declaró el castellonense.
Por su parte, el canario dijo, «Ha sido muy especial el recuerdo a Seve, a él le habría encantado estar aquí. Se le ocurrió a Manolo Piñero y estoy muy orgulloso de tener la oportunidad de homenajearle”.