Pedíamos emoción de cara al último día de competición y nos han dado dos tazas bien repletas. Hacía 20 años, desde la victoria del norteamericano John Daly en 1995, que no se vivía un final tan igualado. Los responsables de ello fueron el estadounidense Zach Johnson, el australiano Marc Leishman y el sudafricano Louis Oosthuizen, que igualaron en lo alto de la clasificación con -15 y disputaron un desempate a la altura de un campeonato como el The Open.
Los hoyos 1, 2, 17 y 18 debían dictar sentencia, un Playoff a cuatro agujeros para dilucidar el campeón. Johnson y Oosthuizen golpearon primero. Ambos lograron sendos birdies y se distanciaron del tercero en discordia. Leishman no conseguía embocar desde el green y dibujaba un bogey en su tarjeta.
El segundo asalto fue crucial. Zach Johnson embocó un putt estratosférico para situarse con un golpe de ventaja respecto a Oosthuizen, que no encontró el hoyo desde una posición similar, y tres en relación a Leishman, que sólo pudo firmar el par. Y llegó el 17, el hoyo de las lamentaciones.
Todos fallaron aquí. Los tres golfistas marcaron bogey y todo siguió igual a falta de sólo un hoyo por disputar. El histórico 18 –uno de los más sencillos durante estos días- sería el juez, pero Johnson contaba con ventaja. Le bastaba con hacer lo mismo que Oosthuizen. Y lo logró haciendo el par. El deportista de Iowa levanta por segunda vez en su carrera un Major, después del Masters de Augusta logrado en 2007.
En cuanto a los españoles Sergio García lo intentó hasta el final, pero no pudo ser. El golfista español incluso se llegó a poner con 14 bajo par, a un solo golpe de los líderes. Sin embargo, dos bogeys consecutivos en el 12 y en el 13 le privaron de asaltar la primera posición, y acabó fuera de toda lucha con un nuevo bogey en el 17, que se consagró como el más difícil de estas cuatro rondas sobre la hierba del Old Course de St. Andrews.
Al final, el de Borriol firmó un -11 en su tarjeta y compartió la sexta posición junto a los ingleses Danny Willett y Justin Rose y el joven amateur Jordan Niebrugge, que acabó consiguiendo la medalla de plata como mejor golfista aficionado.
Magnífica también la actuación de Rafa Cabrera-Bello, que sumó un nuevo día en números rojos y consiguió acabar con una puntuación total de -5, lo que le valió para alcanzar la posición 40 en The Open, una tarea nada desmerecedora.
Termina el tercer Major de la temporada donde, por primera vez, tenemos un campeón distinto en lo que va de año. Jordan Spieth intentará sacarse la espinita y conseguir de una vez por todas el número uno mundial en apenas unas semanas, cuando arranque en Whistling Straits (Kohler, Wisconsin) el último Grande del año: el PGA Championship.
Dustin Johnson impone su pegada en la primera ronda del The Open. Sergio García, en el Top 25