Tiger Woods se despidió definitivamente de Chambers Bay a pesar de que el ex número uno del mundo fue uno de los primeros deportistas que acudió a University Place y también uno de los únicos que pudo ver el campo semanas antes del campeonato, donde tuvo la oportunidad de golpear alguna bola.
El californiano necesitaba algo más que un milagro después de los 80 golpes del jueves, y no lo logró. Es más, se fue de University Place con un amargo sabor de boca después de entregar una tarjeta cargada de bogeys (8) y con apenas dos birdies. Tiger finaliza así el peor Major como profesional de toda su carrera (+16) lo que le ha llevado a compartir una de las últimas posiciones del evento.
“No estoy feliz, eso es bastante evidente”, afirmó Woods ante los medios de comunicación una vez que finalizó su ronda inicial. “Ha sido un día duro. Se torció desde el inicio y después me resultó imposible poderle dar la vuelta. Estoy trabajando tan duro como puedo, pero no es suficiente para tener la consistencia que debería. Mis sensaciones son que, a pesar de luchar duro, he tenido un mal resultado”, algo que quedó corroborado 24 horas después.