Dicen que cuando el rio suena, agua lleva. Pues bien, ya es oficial. El golfista californiano será uno de los tres integrantes que acompañarán a Davis Love III en el Hazeltine Golf Club de Minnesota el próximo otoño. Woods, junto a Jim Furyk y Steve Stricker, tratará desde la vicecapitanía de reconducir el rumbo de Estados Unidos en la Ryder Cup, una competición que solo han conquistado en una ocasión desde la entrada del nuevo siglo -2008, en el Valhalla GC de Louisville (Kentucky), casualmente una edición en la que se ausentó el ex número uno del mundo-.
Woods, que cumplirá 40 años en diciembre, se encuentra en estos momentos recuperándose de la doble intervención en la espalda de hace unas semanas y este anuncio no hace sino ahondar en la duda de cuándo podremos volver a verle sobre un campo de golf. Si su calendario competitivo era a todas luces desconocido hasta la fecha, con la decisión de este miércoles se deja entrever que Tiger puede pasarse un 2016 en blanco hasta la disputa de la competición por equipos por antonomasia del golf mundial –que tendrá lugar en la última semana de septiembre-.
El golfista estadounidense ha mostrado en este último año un especial interés por las competiciones por equipos. Aceptó un papel en la Ryder Cup Task Force y llamó a Love y a Fred Couples para ofrecer asesoramiento para la Presidents Cup del mes pasado en Corea del Sur. Fue en ese momento cuando también tendió su mano al capitán norteamericano para ocupar un cargo de más enjundia el próximo año. Y ahí lo tiene.
Ahora solo falta por ver si el 14 veces ganador de Majors tiene más suerte desde fuera del campo, porque si una cosa se le ha criticado a lo largo de su carrera a Tiger es su escaso bagaje en la Ryder Cup, donde acumula 13 victorias, 17 derrotas y tres empates.