“El golf es cruel” es una muletilla que solemos emplear con frecuencia para referirnos a lo complicado que es este deporte, donde en un abrir y cerrar de ojos puedes pasar de acariciar un título a marcharte a casa completamente de vacío. Esta sensación la ha experimentado en muchas ocasiones Dustin Johnson. US Open de 2008, The Open Championship de 2011, US Open de 2014… y así un largo etcétera que coronó hace ahora doce meses con el fatídico hoyo 18 de Chambers Bay.
El golfista de Columbia parecía uno de esos jugadores malditos. Un grandísimo deportista al que siempre le faltaba esa chispa de suerte en la parte final de los eventos con la que erigirse campeón. Hasta hoy. Dustin Johnson (-4) ha honrado la memoria de todos esos campeonatos en los que pereció en la parte final y hoy ha protagonizado un gran golf para levantar su primer US Open, una espinita de la que se deshace solo unos meses después de servirle en bandeja la victoria a su compatriota Jordan Spieth.
Agobio, inseguridad, desatino… todos estos adjetivos se transformaron en tabú para Johnson durante el último día, pese a arrancar esta cuarta jornada con -3 en su tarjeta -a cuatro golpes de los que marcaba el irlandés Shane Lowry (-1) en cabeza-. A él le daba lo mismo esta circunstancia, sabía que jugando como en los primeros 36 hoyos tendría muchas posibilidades de triunfo. Así que se cuadró, se armó de valor y comenzó a pegarle a la bola como solo él sabe hacer. No había nada ni nadie que pudiera pararle –ni siquiera la polémica decisión de colocarle un golpe de penalidad en el hoyo 5 por una acción a todas luces fortuita-. Era todo un ciclón sobre la hierba de Oakmont.
Una actuación soberbia que coronó con un birdie en el 18, la bandera más complicada del domingo que tuvo en DJ al segundo jugador que firmó un birdie aquí. De esta manera, a sus 32 años, Dustin Johnson abre la caja de las esencias de los Major por primera vez en su carrera y vuelve a subirse a otro Top 10 en un torneo importante, tal y como ocurriera hace dos meses en Augusta.
Por detrás de él aparecen con -1 Jim Furyk, Scott Piercy y Shane Lowry, que acusó en exceso el hecho de ser un primerizo en estas lindes. Y en la quinta plaza asoma el castellonense Sergio García (Par), que aunque los números afirmen que se quedó al par del campo este último día, lo cierto es que ha hecho levantarse del sofá a la afición española durante algunos momentos con ciertos golpes que le colocaron muy cerca del liderato en Pittsburgh.
Jon Rahm (+7), quien ha sido condecorado con la medalla a mejor amateur del torneo, ha conseguido con la actuación de hoy un T23 que le sirve para arrancar con fuerza su andadura como profesional. Además, Rafa Cabrera-Bello (+8) sufrió en sus últimos 18 hoyos y terminó su andadura en el T32.