John Singleton, se ha clasificado para jugar el Open Británico, que se disputará en Royal Liverpool de Hoylake. Todo puede parecer normal tratándose de un jugador profesional, pero detrás se esconde una historia entrañable.
John Singleton es un joven inglés de 30 años que trabaja cinco días a la semana a jornada completa en una fábrica de resinas de Liverpool para sacar a su familia adelante. Está esperando su primer hijo.
John es un enamorado del golf, que después de estudiar y jugar en Estados Unidos y convertirse allí en jugador profesional, decidió volver a casa y empezar de cero, por una lesión de rodilla que no le permitía rendir al máximo.
A pesar de las dificultades, su pasión por el golf le llevó a seguir entrenando todos los días, al terminar su turno de trabajo en la fábrica, en algún Driving Range de la zona o en el club al que pertenece.
El pasado 1 de Julio, cuando menos lo esperaba y tras pasar a la previa final siendo reserva de la previa regional, este joven jugador vivió su momento de gloria: una primera vuelta de 72 golpes y una segunda de 66 le daban el billete para el Open Championship.
La manera de conseguir esta clasificación lo hace todavía más interesante, Singleton no disponía del juego completo de palos y un amigo suyo le prestó los dos wedges, para que compitiera.
Ahora el bueno de John bromeaba diciendo que no sabía si sus jefes le iban a permitir coger dos semanas de vacaciones en la fábrica, para poder entrenar y disputar el Open.
4 respuestas
Qué grande y qué ejemplo de pasión y dedicación!
esta es la grandeza del golf….
ojalá vuelva a jugar otro gran día y tenga opciones de pasar corte…