Willett podría perderse el Masters si nace su primer hijo: “Nic sale de cuentas esa semana”

Danny Willett. Foto: Asian Tour

Podrían pensar que jugar en el Augusta National es uno de los sueños por los que anhela cualquier golfista desde que su carrera echa a andar y que no cambiaría esos días por nada del mundo. Dar la salida desde el Tea Olive, disfrutar de las vistas del Yellow Yasmine y, quizá, con un poco de suerte, tres días más tarde vestirse de gala con la Chaquete Verde como campeón del Masters.

Pues bien, no se extrañen si les decimos que hay quienes tienen claras sus prioridades y no les importaría perderse esos días. Ahora bien, se trata de motivos de fuerza mayor.

Danny Willett, actual número 15 del mundo, se encuentra esta semana en el Trump National Doral de Florida con motivo del WGC-Cadillac, el primer campeonato del mundo de la temporada. Y allí ha dejado claro que no jugará el Masters si el próximo mes su esposa Nicole da a luz al primogénito de la pareja.

“Tengo muchas ganas de ir a Augusta”, afirmó el golfista de 28 años. “Sin embargo, Nic sale de cuentas esa semana. Así que todo va a depender de cuándo venga nuestro pequeño al mundo. Si nace antes de lo previsto, genial. Y si no, pues no iré”, afirmó el inglés.

Preguntado por los periodistas sobre la posibilidad de inducir el parto para así poder realizar un viaje relámpago Yorkshire-Georgia, Willett no descartó en absoluto la posibilidad. Ahora bien, sería una decisión meditada que dependería del estado de gestación del pequeño: “En un mundo ideal Nic estaría con nosotros un poco antes y no habría que hacer nada. Pero si no es así, podríamos planteárnoslo. Todavía tenemos un par de exploraciones y reuniones con el médico. Si está preparado podríamos inducirlo, pero si no lo está lo dejaríamos un poco más”, aseveró entre risas el británico. “A fin de cuentas no se pueden forzar estas cosas, ¿verdad?”, concluyó.

De acudir a Augusta, sería la segunda participación del deportista nacido en Sheffield tras su debut con un T38 el curso pasado. Y si, finalmente, no pisa la hierba del complejo norteamericano nadie tendría por qué rasgarse las vestiduras. La familia es lo primero.