Sergio García quiso dar un toque de fantasía a un putt que podría haber sido embocado de forma fácil de haberlo tirado recto mientras entrenaba con la ya su prometida Ángela Atkins. El castellonense apuntó hábilmente a la izquierda del hoyo pasándose un metro del mismo para jugar con la posterior caída del green y ¡zas! meter la bola en el agujero. Tan feliz debe de estar el golfista español con su próxima boda que hasta lo celebró sacando el puño como nunca lo habíamos visto tratándose de un momento de prácticas.





