El “swing” de Barak Obama tiene pinta de mejorar en breve gracias a Rory McIlroy. El presidente de los Estados Unidos ofreció una cena el pasado miércoles en la Casa Blanca y aprovechó el momento como anfitrión para pensar en su “swing”, tan maltrecho como el de la mayoría de los amateurs.
Rory McIlroy fue uno de los 360 invitados de un velada en honor al primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y familia. Obama, ni corto ni perezoso, le pidió a Rory, entonces nº 1 del mundo, que no le vendrían mal unas clasecillas, por ejemplo…, en el campo del Congressional (Bethesda), donde el norirlandés ganó su primer, y por el momento, único ‘Grande’, el Open estadounidense de 2011.
McIlroy lo contó así en “twitter”: “¡Increíble experiencia en la Casa Blanca la pasada noche! Muchas gracias al presidente Obama por la invitación. Observaremos pronto su swing”.
El actor George Clooney fue otro de los invitados, y a los postres, otra sorpresa: amenizó la velada la banda británica ‘Mumford and Sons’.