Desde esta frase: “Hoy me he dado cuenta de la realidad. No soy lo suficientemente bueno como para ganar un ‘major’ y lo sé”, hasta esta otra “Estoy muy contento, feliz, el año no ha podido terminar mejor”, tan solo han transcurrido poco más de ocho meses y están realizadas por un mismo jugador, Sergio García.
Esa primera frase se produjo el sábado de la semana del Masters con un Sergio caliente e impotente después de firmar 75 golpes durante la tercera ronda y perder todas las opciones al título. Ocho meses después pienso que la situación ha cambiado para el español y que sus opciones de caras a ganar un grande las mantiene intactas.
En cuanto a la segunda, el jugador de Castellón y decimosexto jugador del mundo, no habla de su capacidad para poder lograr un grande próximamente pero si denota un cambio que se viene prodigando en los últimos meses, gracias, evidentemente, a sus últimas victorias en el PGA y Asían Tour esta temporada. De ahí que remate diciendo que: “Los últimos seis meses han sido el fruto de un periodo de cambio de actitud y mentalidad”.
Claro que Sergio es impredecible, todos conocemos el carácter del español y lo irregular que, en ocasiones, puede ser su juego. En Dubai durante la final del Circuito Europeo, hace tres semanas firmaba vueltas de 73-64-73-64.
Pero también conocemos su otra cara, la del Campeón, baste decir que de las últimas 16 rondas disputadas en el PGA Tour entre los meses de agosto y septiembre, 12 fueron por debajo de 70 y solo una por encima del par con 73 golpes. Además de su aportación al triunfo europeo en la Ryder Cup.
La temporada ha sido larga para el español, 22 torneos entre Europa y Estados Unidos, además de la Ryder Cup y este último tramo en Asia. Ahora toca descansar, disfrutar de su familia y amigos y, sobre todo, de su sobrino, como él mismo dice.
Por delante tiene varias semanas de asueto. Seguro que en su mente mantiene ese sueño de alzar alguna vez el trofeo de un ‘major’, es su asignatura pendiente después de conquistar 23 torneos alrededor del mundo.