Al poco de ganar José Mari Olazábal su segundo Masters de Augusta nació en China Guan Tianlang, en un país con más de 1.200 millones de habitantes pero con una proporción ínfima de golfistas. Quién le iba a decir a esa familia oriental que cuando se acercaba el verano de 1999, con Olazábal ya en los altares del ránking mundial, el hijo que nació, Guan, iba a convertirse 14 años después en el jugador más joven en participar en el Masters de Augusta, una de las catedrales del golf mundial.
Miro las fotos y los vídeos de Guan y veo a un preadolescente que veremos si no se estrella por el camino. En cambio, si repaso sus datos como ‘amateur’ nada le ha llegado por regalo, casualidad o marketing. Se ha ganado a pulso en los ‘greens’, y a base de dar otros golpes certeros, el sitio que va a ocupar en la historia de este antiguo deporte. Es el clásico no me digas cómo, sino cuántas.
Por eso, a Augusta no llegará Tianlang, sino ‘don Guan’, que sin duda posee muchos dones: se clasificó por méritos propios para el Volvo Open de China en abril y se convirtió así en el más precoz en el European Tour, y acaba de ganar un torneo amateur en Tailandia que otorgaba una plaza para el Masters a su campeón.
Podía haber sido otro golfista el que disputase el Open chino u obtuviese el pasaporte para entrar por la puerta principal de la Washington Road, en Augusta. Pero todo recayó en Guan.
Soy de los que creen que este tipo de acontecimientos no llegan por casualidad, y que veremos a este muchacho más veces por los grandes torneos. Ahora bien, cuando se dé cuenta de lo que se le puede venir encima será cuando realmente le surjan los problemas. Ahí, su entorno tendrá mucho que decir.
Por lo pronto, la próxima edición del Masters ya tiene tres alicientes inéditos. El concurso de Guan, ‘don Guan’, las dos mujeres admitidas por primera vez como socias del club y McIlroy y Tiger, los mejores del mundo, en el mismo club (Nike) y confraternizados. Vamos, que ya estoy deseando que empiece.
Autor: Toni Tomas Redactor Agencia EFE