Son ya tangibles dos movimientos contra el nuevo IVA (21%) que pesa sobre el golf en el tablero del ajedrez político. El primero lo dio Esperanza Aguirre, expresidenta madrileña pero presidenta del PP capitalino. Aguirre nos dio esperanza al comentar en un programa de Canal Plus Golf que era partidaria de rebajar este tipo impositivo que ahoga a nuestro deporte.
El segundo peón hacia adelante ha venido del Sur, desde el Parlamento andaluz que dominan socialistas y comunistas. En esta sede legislativa se acaba de aprobar una proposición no de ley para solicitar en Madrid que el IVA del golf pase del 21 al 10% por reconocerlo con calificativo de infraestructura turística.
Se trata de dos movimientos de baja intensidad, es cierto, pero al fin y al cabo son los dos primeros golpes del combate.
El primer amago, el de Esperanza, es significativo por cuanto proviene de una persona que pertenece al partido que gobierna. En cuanto al segundo ‘crochet’, tiene el inconveniente de que su pista de aterrizaje es el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Menos mal que esta cartera está en manos de un grancanario de Las Palmas, José Manuel Soria, que por su origen -antes alcalde de la ciudad y luego presidente del Cabildo- sabe lo que significa el golf para el sector turístico, más allá de su naturaleza deportiva, que es lo que le ha originado pasar del 8 al 21% de IVA y la amenaza de muerte para muchos campos en España.
Muhamed Ali, uno de los mejores boxeadores de la historia, usaba con eficacia el clásico uno-dos para llevar a sus rivales a la vía del cloroformo. El golf parece que ha hecho algo tímidamente parecido: uno-dos, Esperanza Aguirre-Andalucía, para intentar tirar a la lona al musculoso IVA. Pero harán falta mas golpes políticamente pugilísticos para revertir la situación.
Autor: Toni Tomas Redactor Agencia EFE