Me acuesto el domingo con dos hechos nada corrientes en el golf profesional, y uno más que añado por la victoria en el último minuto del Atleti en San Sebastián. Un jugador desconocido para el gran público (Tommy Gainey) acaba de ganar escribiendo un ’60’ en la pizarra, para subir 28 puestos hasta la cúspide, y con un guante en cada mano.
Siempre he creído que nuestro deporte era singular, que nos atolondra y confunde como a Dinio la noche y, al mismo tiempo, nos atrapa como si fuera nuestro primer amor.
En el golf, como pasa con Gainey y con el Atleti, uno no deja de sorprenderse jamás. Y siempre, en sentido contrario, también hay ejemplos.
Otro estadounidense, Lucas Glover, ganó el Open USA de 2009 sin usar guantes en las manos. Gainey ha hecho lo contrario, igual a como acostumbra el holandés Joos Luiten, que prefiere también ponerse un guante en cada mano en vez de uno o ninguno.
Como siempre, lo importante es meter la bola en el agujero con el menor número de golpes posibles, que para colmo es lo que ha hecho Gainey. Sus 60 ‘disparos’ le otorgan su primera victoria en el PGA Tour, con 37 años ya, y establece la ronda más baja del año 2012. Ver para creer. Felices sueños.
Autor: Toni Tomas Redactor Agencia EFE