Sergio García tuvo cerca la victoria, aunque parezca otra cosa a los que no estuvieron en directo el domingo en El Parador de El Saler. Iba el castellonense con 4 abajo a falta de 9 hoyos. La victoria, recuerdo, se logró con -5. Es decir, con el 30 por ciento de su capacidad de juego, el favorito y reclamo de este torneo estuvo apunto de ganar. Pero no lo hizo, porque, y así lo dijo, venía con la luz de la reserva encendida tras el estrés que se vive en Augusta, en el Masters.
Gonzalo Fernández-Castaño, el segundo mejor español del mundo, también perdió gas. Estas fueron sus tarjetas: 69+73+74+75.
A la luz de estas dos realidades, sumadas al caso de corte fallado de Olazábal, convendría que la Federación Española retome las fechas del mes de mayo, u otras de mejor ubicación en el calendario. Nunca inmediatamente tras el Masters. Nuestros mejores valores vienen agotados, y eso que El Saler era un campo para una victoria con la gorra de Sergio García, pero en otras condiciones físicas y de ‘greens’.
Comprendo que para comprometer la presencia de alguna de nuestras estrellas no había otro hueco en el calendario, pero éstas (ellos) vienen después con lo justo. Y eso que tanto Sergio, como Gonzalo y Olazábal son un saco lleno de profesionalidad. Se dejaron el pellejo por hacerlo lo mejor posible. Pero, sin gasolina los motores no carburan.
Autor: Toni Tomas Redactor Agencia EFE