Como jugar a los autos de choque, pero en el océano más peligroso del mundo, uno en cuyas aguas, sin traje de supervivencia, cualquier ser humano tardaría sólo 15 minutos en morir. Así es la situación en la etapa 5 de la Volvo Ocean Race en estos momentos, la más larga de la vuelta al mundo por equipos -12.549 km-: los primeros 5 barcos van totalmente agrupados, en 7,4 millas de primero a último, y llevando a cabo una auténtica batalla de trasluchadas que por un momento pone a uno por delante, y media hora después a otro, y que no permite a las tripulaciones dormir ni recuperarse.
MAPFRE continúa a buen ritmo y se ha ido alternando con otros dos equipos -Team Alvimedica y Dongfeng- a la cabeza de la flota durante las últimas 48 horas. Abu Dhabi lucha e intenta mantener la misma velocidad, pero sienten que son más lentos. «Los chicos, cuando acaban su guardia de 4 horas, se meten dentro del barco pero se quedan con la ropa de agua puesta. Saben que en cualquier momento les llamarán a cubierta», explica el reportero del equipo emiratí Matt Knighton. «Hace casi 48 horas que no dormimos. Quemamos calorías pero es difícil comer. Así no nos recuperamos», añadía. Sin embargo, saben que tienen que hacerlo, pues lo peor está por venir. El Cabo de Hornos está a sólo 24 horas. Todos saben que ésta es la auténtica prueba de fuego de la Volvo Ocean Race.
Será entonces cuando el viento alcance entre los 35 y los 40 nudos -75 km por hora-, el agua los 3 grados centígrados, y las olas el tamaño de casas. El frío aumentará, aunque ya sea casi insoportable. «Cuando estás con las manos en el timón, con guantes, la sangre no llega, y se congelan», explicaba el brasileño André Fonseca, del MAPFRE. Se espera que lleguen al más peligroso de los cabos del hemisferio sur en 24 horas, y que lo dejen atrás durante el lunes. «Estamos en un lugar del océano donde se supone que no deberíamos estar». Así resume el veterano Stu Bannatyne, tripulante neozelandés del Team Alvimedica, la aventura de la flota en estos momentos.