«En estos momentos el Mapfre es como un toro de rodeo desenfrenado que no para de saltar. […] No hace frío, pero todos llevamos puesta la ropa de agua, capucha, cascos, máscaras, para protegernos de los golpes de las olas, y del barco». El MAPFRE ha comenzado la etapa 4 de la Volvo Ocean Race con buen pie y va tercero. Pero, tal y como explica el argentino Fran Vignale, su reportero a bordo, navegar en el Mar de China de Sur está resultando muy complicado.
La flota continúa avanzando compacta en ceñida hacia el Este, rumbo a la punta norte de Filipinas -a 100 millas náuticas-, que deberían alcanzar en las próximas 12 horas. Dongfeng Race Team lidera el pelotón, seguido de Abu Dhabi Ocean Racing, en el que milita el gallego Roberto «Chuny» Bermúdez, a menos de una milla náutica, y del MAPFRE, tercero, a menos de 4. Les siguen Team Alvimedica a 5,4 millas, Team Brunel a 10,2, y Team SCA a 11,8. Todos los barcos sin excepción afirman estar pagando un precio alto por desafiar Mar del Sur de China en las presentes condiciones: vientos de entre 25 y 30 nudos, lo que sería perfectamente navegable si no fuera por un mar muy desordenado, con olas de entre 4 y 5 metros. Un mar, explica Matt Knighton de Abu Dhabi Ocean Racing, «de los que pueden romper el barco».
Navegar, comer, e incluso dormir son una odisea, y los constantes saltos de los Volvo Ocean 65 hacen que cualquier tripulante durmiente -o que intente serlo- pase la mitad del tiempo en el aire, a pesar de los cinturones de seguridad, y amortiguando los golpes con sus piernas en la litera vecina. Sin embargo, esta mañana el viento era algo más fuerte de lo que se esperaba, lo que podría indicar que el sistema se está desplazando más rápido de lo previsto inicialmente. La inclinación del barco se mantiene a 30º, y así seguirá durante las próximas 24 horas. También ha rolado 20 grados más a la izquierda, lo que ha facilitado a la flota ir hacia el Este, y parece que podrán bordear Filipinas más rápido.
Una vez pasado el país asiático por el Norte podría darse la primera separación de la flota, pues previsiblemente se abrirán dos opciones: continuar hacia el Noreste para bajar hacia el Sur después, alejándose de la ruta directa hacia Nueva Zelanda, pero asegurándose más viento, o continuar hacia el Sureste, menos millas, pero también menos viento. Esta última opción podría ser buena durante los primeros cuatro días, pero fallar después. Parece que MAPFRE optará por la primera, pues su navegante, el francés Jean-Luc Nélias, afirmaba que «tras Luzón, a 100 millas, seguiremos ciñendo».
Todos se encuentran ahora en el radio de alcance de sus sistemas AIS -Sistema de Identificación Automática-, lo que les permite comparar sus rendimientos -velocidad y rumbo repecto al fondo- , y hace que los equipos busquen constantemente la manera de ir más rápido que los demás. Pero esto, en condiciones de ceñida, y con una flota de barcos idénticos, resulta muy complicado. De media, las diferencias de velocidad con este rumbo en las etapas han sido hasta ahora de 0,2 nudos, indicaba Ian Walker.