
El amor, cuanta mayor altura, mejor. Eso debieron pensar Rory McIlroy y Caroline Wozniacki, que dejaron palos y raqueta por el deporte del esquí en la estación de Aspen. Así posaron desde las alturas estos dos enamorados, de descanso deportivo en los Alpes para desconectar de su profesión pero conectar su amor. Oxígeno del bueno para ambos.





