En la primera jornada del RBC Heritage el golfista colombiano vivió un momento curioso. Después de su salida en el hoyo 15 su bola fue a parar directamente a la izquierda de la calle, concretamente a la zona de árboles. Hasta aquí puede parecer todo normal. Pero la sorpresa se la llevó cuando buscó su segundo golpe. Y es que la pelota quedó incrustada cerca de la base del árbol, en el interior de una zona de pinaza.
Villegas, tras consultar en un primer instante con el árbitro, recibió el visto bueno para aliviarse sin penalidad. Pero entonces llegó el segundo oficial, quien dijo que de eso nada, que la pelota estaba bajo material suelto y que debía jugarse desde ahí. “No me gustan las segundas opiniones”, espetó el deportista sudamericano. Pero las reglas son las reglas. Este golpe le costó su último bogey del día para finalizar al par del campo.