Durante las últimas semanas todo el mundo le da vueltas a la más que posible salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. El tan cacareado “Brexit” ha inundado nuestros hogares a través de todos los medios de comunicación y numerosos expertos en la materia han comenzado a reproducirse como esporas para advertirnos de las dramáticas consecuencias que tendría una salida británica en la economía de todos los países de la eurozona.
«¿Qué tiene que ver todo esto con el golf?”, pensarán. Mucho, sobre todo para los torneos que se disputen en las islas. Y a continuación les daremos unas pinceladas de por qué los jugadores de golf serían uno de los colectivos más perjudicados por esta medida.
En apenas unos días conoceremos al golfista que tomará el relevo de Zach Johnson como vencedor de la Jarra de Clarete. El The Open Championship, que este año se disputa en Troon – una pequeña localidad al sudoeste de Glasgow-, repartirá el mayor premio de toda la historia de este Major: 1.175.000 libras -1.377.000 euros-. Sin embargo, el vencedor se llevará a casa unos 271.000 euros menos que hace solo doce meses, poniendo el premio a la altura de hace tres años, cuando Phil Mickelson se impuso por tres golpes al sueco Henrik Stenson en Muirfield.
La razón es bien sencilla. Desde el momento en que las urnas dictaminaron el “leave” británico, la libra comenzó a bajar de manera escandalosa, hasta el punto de que en la actualidad un euro equivale a 0,85 libras–hace un año el cambio se establecía en 0,71- y la misma moneda ha pasado de valer 1,56 dólares a 1,30 que cuesta en la actualidad. He aquí la razón de la bajada en la cotización de los premios.
Dicho de otra manera, si Zach Johnson hubiese vencido con estos cambios en las monedas se hubiera llevado a casa 1,36 millones de euros en lugar de los 1,63 que se terminó embolsando el jugador de Iowa City. Una cantidad muy a tener en cuenta de cara a un posible triunfo.