Un mal día lo tiene cualquiera, debieron pensar el jueves tanto Jon Rahm como Gonzalo Fernández-Castaño al llegar a Casa Club. Y valiéndose de esta premisa ambos jugadores han hecho la primera de sus dos rotaciones en este CareerBuilder Challenge con un borrón y cuenta nueva y un resultado rozando el sobresaliente.
Esta vez sí que ambos golfistas pudieron dar rienda suelta a su juego y, con dos rondas por debajo del par del campo, se guardan grandes opciones para estar el domingo en la ronda final, aunque todavía deberán salvar los últimos 18 hoyos para poderlo confirmar definitivamente.
Rahm (66 golpes, -7) es el integrante de la Armada que más ha mejorado sus guarismos con respecto a la primera jornada, lo que le ha hecho subir 58 puestos hasta alcanzar el T21 que ocupa en estos momentos. Con unas estadísticas bastante compensadas en cuanto a calles cogidas desde el tee y greenes en regulación tomados –alrededor de un setenta por ciento-, el joven jugador de Barrika (Vizcaya) fue sumando un birdie tras otro hasta llegar a los seis, que unido a la ronda libre de bogeys le sitúan a solo dos golpes de distancia de los diez primeros clasificados con todo un mundo todavía por disputar.
Los números de Fernández-Castaño (69 golpes, -3) son algo más modestos, pero igual de efectivos para que en estos momentos pueda conseguir el primer objetivo que se marcó al llegar a La Quinta: seguir la racha iniciada en el Sony Open con más dólares que le lleven hacia la renovación de la tarjeta.
Cinco birdies y solo dos bogey posibilitaron que abandonara el Par total y se uniera al grupo de los jugadores con tarjetas en negativo. Eso sí, no puede bajar la guardia, pues el sábado le espera el Nicklaus Tournament Course y con él las posibilidades de avanzar al último día de torneo.
En la parte de arriba tenemos nuevo líder con el estadounidense Hudson Swafford (65 golpes, -14) sustituyendo al rookie Dominic Bozzelli (67 golpes, -13), que ha tenido que resguardarse en la segunda posición ante el vendaval de golf de su compatriota.