Miguel Ángel Jiménez y Andrés Jiménez comenzaron juntos a jugar al golf, en la década de los 80. El primero ha traído su torneo, el Open de Andalucía, al campo que ahora dirige su amigo Andrés y a él le quiere dedicar el triunfo.
En la segunda ronda, el malagueño puso la primera baldosa para llegar al final de ese camino, pues es segundo a un golpe del nuevo líder, el catalán Eduardo de la Riva.
Jiménez se ha desmelenado en uno de sus recorridos favoritos, Aloha Golf, en Marbella. “El Pisha”, promotor y organizador del torneo, ha vuelto a jugar por debajo de 70, algo que nunca le había ocurrido en anteriores ediciones.
Jiménez, de 47 años, es segundo con -7 después de firmar 68 golpes, con seis birdies y dos bogeys en la tarjeta. Todo eso con tan solo seis calles cogidas, pero con una recuperación extraordinaria: 17 greenes en regulación.
Hace poco más de un mes Jiménez recordaba y elogiaba Aloha Golf: “Le tengo un especial cariño y mantengo una relación muy estrecha con Aloha, un club con gente estupenda, donde en el 89 gané el mixto Benson & Hedges con Xonia Wunsch, y el Campeonato de Andalucía Individual y por parejas”.
Además un triunfo en ese campo sería algo muy especial para el de Churriana ya que con el actual Director Deportivo del Club, Andrés Jiménez, fue con el comenzó a jugar hace cerca de treinta años. “Mi gran amigo Andrés Jiménez y yo empezamos a jugar juntos a mediados de los 80, y para su padre, que dedicó toda su vida al club, yo era como un segundo hijo”.
Por aquella época el actual líder en el torneo, Eduardo de la Riva (1982), aún caminaba en pañales -tres años-; el italiano Matteo Manassero -ahora segundo empatado- no había nacido y Pablo Larrazábal -también segundo en la tabla- acababa de aprender a hablar con corrección (4 años).
Y lo que son las cosas, los cuatro (De la Riva, Larrazábal, Jiménez y Manassero) afrontan el fin de semana enfrascados desde la vanguardia en la pelea por lograr el primer torneo del European Tour en terreno continental, con permiso del irlandés Damien McGrane y el inglés Tommy Fleetwood.
De la Riva ya sabe lo que es estar en lo más alto de la clasificación en el Circuito, como en el pasado Madrid Masters. El catalán entregó 69 golpes y acumula -8 en su casillero.
Con un golpe más, Jiménez, Pablo Larrazábal (69), Mateo Manassero (73), Tommy Fleetwood (69) y Damien McGrane (68), este último el único con la suficiente edad para poder recordar los hechos anteriormente narrados.
De momento y en el ecuador de la prueba las apreturas en la tabla son patentes. Entre el primero y el cuadragésimo la diferencia es de cinco golpes, distancia en la que los profesionales se encuentran con posibilidades de remontada.