Era un secreto a voces, pero hasta hace unas horas no se ha hecho oficial uno de los grandes misterios de este final de 2017 y comienzos de 2018: con qué palos iba a jugar Sergio García después de que el pasado octubre TaylorMade anunciara por sorpresa en un breve comunicado la ruptura con el español tras más de 15 años de relación.
Será con los de la firma americana Callaway, con la que el castellonense ya estuvo coqueteando en los últimos torneos del curso pasado y que le permitirá formar parte de la historia de una marca que ya tuvo entre sus filas a jugadores de la talla de Gary Player, Arnold Palmer, Phil Mickelson o Colin Montgomerie, entre otros.
“Sergio ha sido uno de los jugadores más talentosos y carismáticos del mundo del Golf en los últimos 20 años. Será divertido ver qué es lo que puede hacer con nuestro equipo”, manifestó en una breve nota Chip Brewer, director ejecutivo de la empresa norteamericana. Y no es para menos. Desde que se convirtiera en profesional en 1999, el deportista de Borriol no ha hecho más que acumular éxitos tanto a nivel individual como colectivo -basta con ver sus 22,5 puntos en sus ocho Ryder Cup, quedándose a 2,5 puntos de los históricos 25 de Faldo-.
32 triunfos como profesional entre los que destaca la Chaqueta Verde del pasado mes de abril que le colocan como uno de los mejores jugadores de la actualidad y uno de los santos y seña de nuestro deporte. Es por esto que Callaway ha pujado fuerte por él y le ha permitido trabajar activamente en sus nuevas maderas, que junto a los hierros, wedges, el putter y la bola conformarán las herramientas que le permitirán hacer frente a una nueva temporada.
Al mismo tiempo que esto sucedía, Adidas anunciaba la renovación con el jugador castellonense ampliando (no se han dado datos de los años) el vigente contrato entre la marca alemana y el español, además se da por hecho que la bolsa del campeón del Masters irá con la firma de Zurich según se desprende del vídeo de bienvenida a García que Callaway ha publicado.