Larrazábal tardará mucho tiempo en olvidar este día. Lidera en la India a pesar de haberse dormido

Pablo Larrazábal estuvo a punto de no llegar a su hora al tee de salida, le salvó una llamada telefónica al hotel advirtiéndole de su salida

Pablo Larrazábal en el Indian Open. Foto @European Tour

Las nuevas tecnologías le jugaron una mala pasada al bueno de Pablo Larrazábal en la primera jornada del Indian Open, o mejor dicho, momentos antes de que diera comienzo este evento ya que el español a punto estuvo de no tomar la salida al quedarse dormido después de que le fallara su nuevo teléfono el cual había programado previamente.

Como cualquier otro día, Pablo había activado su teléfono para que le despertara a a la hora prevista, pero ¡oh, sorpresa!, sin saber como el aparato volvió a la hora española y de no ser por la organización del Circuito Europeo a estas horas bien podríamos estar hablando de la descalificación del catalán en el torneo. «Mi adorable nuevo iPhone volvió a la hora española de la noche a la mañana y me desperté en el hotel 38 minutos antes de mi hora de salida«.

Según relata el propio jugador en su cuenta de Twitter, fue despertado 38 minutos antes de la hora prevista para su salida que no era otra que las 7:00 de la mañana, el segundo partido del día por el tee del 10 junto a Edoardo Molinari y Scott Jamieson. La llamada vino a cargo de Dorothée Demoulins a quién Larrazábal no tardó en darle las gracias. «Gracias a Dorothée, la secretaria del European Tour, que me llamó y me dijo ‘Pablo, estás jugando en 38 minutos, debes despertar e ir al tee del 10’«.

«Me desperté, me duché en diez segundos y corrí hacia el coche de cortesía que me estaba esperando. Llegué al campo 25 minutos antes de mi hora de salida nervioso y con mi corazón bombeando más sangre de lo normal. Creo que el corche de cortesía batió el record del mundo, hizo en dos minutos el viaje del hotel hasta el campo, un trayecto en el que se puede tardar entre 10 y 15, fue realmente salvaje» declaraba Larrazábal al Tour Europeo.

Ya en el campo, «La adrenalina no ayudó, después de tirar diez bolas en el cancha de prácticas, le dije a mi caddie que tenía que parar porque estaba nervioso. Normalmente me tomo mi tiempo por la mañana, me levanto tres horas antes y me tomo el desayuno lentamente para despertarme«, añadía.

Sin embargo todas estas prisas parecieron no reflejarse en el marcador, ya que el español terminaba su ronda en el difícil DLF G&CC con un soberbio 67 (-5), después de anotar nueve birdies, dos bogeys y un doblebogey. Resultado que le situó en lo más alto del marcador junto a Paul Peterson y Matteo Manassero a falta de que terminase el turno de tarde.

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