Poco a poco vamos calentando motores para la que sera la segunda gran cita de la temporada en el Golf mundial. El US Open, que este 2018 tendrá lugar en el Shinnecock Hills GC de Southampton (Nueva York) ya ha comenzado a engalanarse y a abrir sus puertas para que los jugadores que en apenas tres semanas harán la salida tengan alguna noción de cómo ha quedado el campo de la Gran Manzana tras los cambios introducidos -desde que albergara el torneo en 2004 los tees se han alargado 500 yardas en total-.
Y el primero que se ha dado un garbeo por el complejo no es otro que Tiger Woods quien, aprovechando el fin de semana que se tomó de descanso en el PGA Tour, se acercó junto a su caddie Joe LaCava para tomar nota de cómo encarar unos 18 hoyos que apuntan complicados. Bien es cierto que unas horas no dan para mucho, pero a buen seguro que le sirvieron para hacerse un esquema mental de un Grande en el que tiene depositadas muchas esperanzas.
Después de todo, los resultados del californiano en lo que va de año son mucho mejores de lo que algunos se aventuraron a pronosticar. El ex número 1 del mundo acumula cinco Top 12 desde que volviera a la competición en enero y solo se ha ausentado del fin de semana en una ocasión de las nueve en las que ha aparecido por el tee -en el Genesis Open, donde el 76 del viernes fue una losa demasiado pesada-.
Así pues, Tiger -que en apenas unos días lo podremos ver por el Memorial– se postula como uno de los grandes favoritos al premio final. Ya no solo por currículum, sino también por una implicación fuera de toda duda.