Desde luego no está siendo la semana soñada para Tony Finau. Y es que si hace unos días les informábamos de que un antiguo mecenas del jugador de Salt Lake City le reclamaba 16 millones de dólares en concepto de manutención y gastos derivados de cuando el estadounidense estaba bajo su paraguas económico, acabamos de conocer hace unas horas que el deportista de las barras y estrellas ha dado positivo en uno de los test previos a su participación en el Shriners Hospitals for Children Open del PGA Tour. Una circunstancia que lo primero que ha provocado es que Finau se despida de TPC Summerlin antes de tiempo.
“Hoy, temprano, recibí un resultado positivo de COVID-19 para una prueba a la que me sometí hace unas horas. Siguiendo el protocolo establecido en estos casos por el circuito, he decido comenzar un período de cuarentena para proteger a todos los que me rodean. Me siento bien y, por lo demás, me encuentro de buen humor”, escribió el jugador norteamericano en un pequeño comunicado transmitido a través de sus redes sociales. “Espero volver a la acción tan pronto como me sea posible. Espero que los participantes en el torneo tengan una buena semana”, sentenció el deportista de Utah.
Una exclusión que supone un frenazo en seco para el jugador, que venía de un gran final en el US Open que le aupó al Top 8 del torneo. Resultado que se une al 17º lugar que ocupó finalmente en la FedEx Cup de la última temporada recién finalizada y al T16 en el que se encuentra actualmente en la clasificación mundial de Golf. De este modo, con Finau son once los jugadores que han dado positivo desde la vuelta de la gira en junio, un número sensiblemente inferior a lo que muchos esperaban cuando se anunciaron las medidas para llevar a cabo la “nueva normalidad”.
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