Cada hoyo de cualquier campo tiene marcado un hándicap que corresponde con la dificultad del mismo. Es algo que a veces puede condicionar, pero que también nos da mucha información para poder gestionar la estrategia a seguir.
Ahora bien, ¿alguna vez te has parado a pensar como tu conducta, tus pensamientos o las emociones pueden añadir más dificultad a cada golpe? Al igual que las condiciones del campo pueden variar de un día para otro por causa de la lluvia, el aire, el sol, el corte de los greenes o cualquier otro factor, nuestro estado físico y psicológico afecta en gran manera a nuestro juego.
Por eso, cada día que jugamos es variable sin entender por qué. Un día la rompemos y al día siguiente nos vamos a la izquierda o derecha con cada bola sin ser capaces de remediarlo.
Trabajar la parte emocional o mental, lamentablemente, no va a hacer que tus vueltas sean siempre perfectas y en un año seas la promesa del circuito europeo, pero sí que te asegura que, unido a un buen entrenamiento físico y técnico, tu juego llegue a ser mucho más regular y consistente.
Pero, sobre todo, te va a ayudar a “disfrutar” de cada partida y de cada momento. Sin llegar a desesperarte en esos días donde no salen las cosas, sin querer vender los palos en wallapop al salir de jugar o dejar de hablar con los compañeros desde el hoyo 3 y casi realizar una vuelta completa deseando que se acabe la partida.
Si no trabajas con un profesional y entrenas la parte técnica o incluso la física, será complicado que mejores tu hándicap de manera sustancial, pero te aseguro que trabajar la parte mental y emocional te ayudará a que tus 4 horas de partida cumplan el gran cometido del golf, que es hacernos disfrutar, conectar con la naturaleza y por tanto liberarnos del estrés y de la tensión.
TÉCNICA DE LA ATENCIÓN PLENA
Hoy te traemos una técnica ancestral, pero que hoy -y gracias al aporte científico sobre sus beneficios– es cada día más utilizada por deportistas de alto rendimiento y desde luego, por cualquier persona que busca un equilibrio sostenible en este mundo lleno de estrés y ruido mental.
Hablamos del Mindfulness o la Atención Plena. Un recurso que está basado en las prácticas de meditación orientales y que estudios científicos están demostrando su influencia significativa en nuestro cerebro y por supuesto en nuestro cuerpo.
Jon Kabat-Zin, profesor emérito de medicina, lleva una vida dedicada al estudio y la investigación de los beneficios que tiene el uso de la meditación de la atención plena como terapia clínica y en la sociedad desde la universidad de Massachussetts. Aquí en España tenemos una eminencia que también estudia los beneficios de estas técnicas en la salud, como es Nazareth Castellanos y que tiene numerosos vídeos muy didácticos y divertidos sobre sus investigaciones y difusión de todos los cambios que tiene practicar la atención plena en nuestro cerebro, cuerpo y emociones.
El entrenamiento y el hábito de la atención plena mejora la regulación de las emociones al cambiar la forma en que nuestro cerebro responde a lo que tememos y recordarnos que no es amenazante, por tanto, ayuda a equilibrar el estrés.
Hoy la neurociencia aplicada al deporte está tomando una importancia muy relevante en la mejora del rendimiento. El estrés sometido a cualquier profesional tanto del golf como de cualquier otra disciplina deportiva de alto nivel es muy elevado y recientemente tenemos ejemplos de profesionales que rompen a nivel mental y les imposibilita la competición. Incluso hace unas semanas, Jon Rahm declaró que iba a “hacer un reseteo mental y físico”.
Algunos beneficios de practicar el Mindfulness son mejorar la capacidad de atención y la concentración, además de influir positivamente en la salud física al aliviar la presión arterial, la ansiedad o el dolor crónico.
PRUEBA ESTO Y VERÁS COMO FUNCIONA
Te invito a hacer un pequeño ejercicio. Cuando acabes de leer este artículo piensa cómo estás del 1 al 10 a nivel de estrés. Pide a una persona que esté cerca si te puede ayudar y pídele que te cronometre un minuto mientras tú, respirando de manera natural, te cuentas las respiraciones que haces durante este tiempo. Cada ciclo de inspiración y espiración será una respiración. Recuerda que son respiraciones normales.
La segunda parte es que realices dos minutos de respiraciones profundas, tratando de coger todo el aire posible de manera gradual, llenando pulmones, diafragma y tu abdomen. Aguanta el aire cinco segundos y expúlsalo muy despacio por la boca. Haz este ejercicio cinco o seis veces.
Y nada más acabar, vuelve a contar tus respiraciones. Observa qué ocurre y cuéntanoslo.
Te voy a hacer un spoiler: tu número de respiraciones ha bajado, tu corazón ha reducido el ritmo cardiaco, tu cerebro se ha oxigenado y tu nivel de estrés ha disminuido. Tus músculos están más flexibles y por tanto con menos tensión, tu capacidad de atención y concentración es mayor. Y esto solo en dos minutos de respiración.
Y es que la respiración es lo más inmediato de nuestra vida, pues es presente y es lo que marca nuestro paso por cada momento de nuestra existencia.
Así que, si quieres iniciarte en estas técnicas de Atención Plena, puedes empezar por tu respiración. Trata cada día de conectar cinco o diez minutos con ella, observa en quietud cómo entra el aire por tu nariz, cómo pasa por tu tráquea o garganta, siente la temperatura cuando entra y cuando sale o cómo se hinchan las diferentes partes de tu cuerpo cuando lo haces.
Y la mejor noticia es que es “gratis”, lo podemos hacer todos los días, hay miles de prácticas en Youtube, aplicaciones móviles. Además, lo podemos ejercitar a la vez que jugamos en el campo. Pero de esto hablaremos el próximo artículo. No te quiero entretener más que tienes que respirar conscientemente y hacerte el mejor regalo que puede existir: mejorar tu calidad de vida.
¡¡¡Te deseo un gran día de golf y mucha vida!!!
David Espinosa es Coach Deportivo y facilitador de procesos en equipos. Además de un apasionado del golf e investigador de todo el backstage que implica este gran juego en la parte mental y emocional.