Unos 55 millones de personas en todo el mundo juegan al golf en 32.000 campos repartidos en más de 100 países. Por algo será.
El golf es el único deporte que ofrece beneficios significativos hasta al peor jugador, incluso más que a un jugador profesional, sobre todo en lo que respecta al ejercicio, el disfrute y la salud.
Hay pruebas claras de que la actividad física regular, en forma de golf, aumenta la esperanza de vida. De hecho, los jugadores con hándicap bajo tienden a jugar más a menudo y tienen las tasas de mortalidad más bajas, según diferentes estudios técnicos realizados.
Uno de esos estudios realizados en Suecia entre más de 300.000 golfistas revelaba una esperanza mayor de vida de estos, de unos cinco años más que los que no practican el golf, independientemente de su edad, género o nivel socio-económico.
Además el golf tiene también juega un importante papel en la prevención y tratamiento de muchas enfermedades crónicas, como por ejemplo la diabetes, y tiene efectos positivos en la salud mental.
Otro estudio concluyó que en una ronda de 18 hoyos se camina más que la cantidad recomendada diariamente para una buena salud. Hay que tener en cuenta que en un recorrido de 18 hoyos se caminan alrededor de 8 kilómetros, 3,8 kilómetros si se utiliza un coche eléctrico.
Caminar 18 hoyos equivalen a la práctica de ejercicio intenso por parte de los ancianos, moderado para los de mediana edad, y bajo para los jóvenes.
En 1998 otro estudio clasificaba al golf como una forma de entrenamiento aeróbico para las personas de mediana edad.
En cuanto a los niños se ha comprobado que la práctica del golf como actividad extraescolar contribuye a frenar el aumento de peso poco saludable y la obesidad en la edad temprana.
Además el golf tiene un potencial beneficio psicosocial ya que se adapta a todas las edades, y sexos, permite las relaciones intergeneracionales y brinda numerosas oportunidades de socialización.
Por eso desde OpenGolf recomendamos que hay que animar a los amigos y familiares a que practiquen el golf, será un tiempo bien invertido.
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