Sergio García aterrizará esta semana en el Real Club de Golf El Prat para disputar el Open de España en un magnífico estado de forma, tal y como ha quedado patente en The PLAYERS, el denominado ‘quinto grande’, en el que ha rozado el triunfo.
El castellonense no pudo reeditar su triunfo en 2008 al escapársele en un tenso PlayOff de desempate con los norteamericanos Rickie Fowler y Kevin Kisner.
Sergio García afrontó esta cuarta jornada -Día de la Madre en EE.UU.- a lo campeón, yendo desde el principio a por el triunfo. Así, alcanzó el 9 en lo más alto y con dos golpes de ventaja sobre sus rivales. Una secuencia de cuatro birdies entre el 2 y el 6 le dejó el título a la vista, si bien jugadores como Rickie Fowler o Bill Haas acechaban.
Un final de infarto dejó a Sergio García, Rickie Fowler –que firmó el mejor final de la historia del torneo- y a un sorprendente Kevin Kisner –sin victorias hasta el momento en el circuito PGA- en un duelo a tres hoyos. Después de jugarse el 16, 17 y 18 –saldados con tres pares- el español quedó fuera de un PlayOff, que acabó en manos de Fowler en el cuarto hoyo de desempate.
La trayectoria de Sergio García en el torneo ha sido sencillamente impecable. Se anotó tarjetas de 69 y 73 impactos en las dos primeras jornadas, manteniéndose en todo momento cerca de la cabeza.
En la tercera jornada Sergio García dio un salto de gigante en sus aspiraciones de hacer un gran torneo al firmar una tarjeta de 67 golpes para situarse con -8 al total. Con este resultado, el levantino vislumbraba la posibilidad de ganar un torneo que ya tenía en sus vitrinas –lo ganó en 2008- y de una enorme repercusión mediática.
Menos suerte tuvo esta semana Gonzalo Fernández-Castaño (+1), que falló el corte por un golpe, quedándose a las puertas de cortar la inercia negativa de las últimas semanas.