Dos policías de Nueva York son acusados de acabar con la vida de una marmota en un campo de golf

El animal, que vivía en el campo, no pudo soportar las heridas a las que fue sometido y falleció.

Hace varios días ocurrió una de esas historias que no nos gustaría dar nunca, pero que tienden a aparecer cada cierto tiempo a lo ancho y largo del mundo. Y es que los desalmados no conocen de países ni de nacionalidades. Los protagonistas de la misma son dos policías que, aprovechando un torneo organizado por el Departamento de Policía de Rensselaer sobre la hierba del Frear Park Golf Course de Troy (Nueva York), mataron a sangre fría a una marmota con un coche de golf ante la mirada de William Meissner, el único testigo en la zona.

Nos gustaría que fuera una broma de mal gusto, pero desgraciadamente los hechos ocurrieron el pasado viernes, cuando una pareja de agentes de la autoridad encontró divertido perseguir con su coche a un indefenso animal hasta darle caza y pasarle por encima. “Fui testigo de cómo los policías persiguieron  la marmota hasta que ésta no pudo correr más”, escribió Meissner en su perfil de Facebook.

“Luego pasaron por encima de ella con su coche y, aunque el animal consiguió arrastrarse unos diez pies, volvieron a la caza y acabaron con su vida”, continuó. “Para colmo, cerca del hoyo 12 había un bebé marmota que parecía preguntar dónde estaba su madre. No volváis nunca más a Frear Park”, sentenció este ciudadano de Troy.

La gravedad del caso no ha pasado inadvertida para el condado, que ha ejercido presión para que los dos policías sean expedientados y expulsados del cuerpo. “Dos manzanas podridas hacen que salga perjudicada toda la organización”, confirmó Carmella Mantello, presidenta del consejo de Troy City. “Así pues, he hablado con el personal del complejo y hemos acordado prohibir a este cuerpo todo evento en el campo de golf”, señaló.

Además, tanto los departamentos de policía de Rensselaer como de Troy están llevando a cabo investigaciones internas y, de confirmarse los hechos, podrían intervenir judicialmente contra estos dos individuos. “No hay motivo para que un oficial lo siga siendo si ha hecho eso con un pobre animal”, destacó Rick Fusco, el jefe de policía de Rensselaer. Y es que no hace falta recordar que con el maltrato animal, tolerancia cero.