Hace unas semanas, Aaron Wise decidió retirarse del Masters para tratar de darse un tiempo y priorizar su salud mental. Y lo explicó de manera muy sencilla en su comunicado:
“El golf es tanto un juego mental como de habilidad física, y la parte mental ha sido una lucha para mí en los últimos tiempos. No me tomo a la ligera la importancia de jugar en Augusta, pero sé que necesito tomarme un tiempo para concentrarme en mi salud mental y poder volver a competir a un nivel del que sentirme orgulloso”
Simone Biles, atleta, Raven Saunders, lanzadora de peso, Andrés Iniesta, futbolista, Álex Abrines, jugador de Basket, Rafa Muñoz y Michael Phelps, en natación, Naomi Osaka, tenista, Ricky Rubio, baloncestista, son algunos de los muchos casos de deportistas de élite que en un momento de su vida deportiva tienen que tomar la decisión de parar para recuperarse de la gran presión mental con la que lidian en su día a día.
Y si existe un deporte mental, ese es el golf. Si a esto le añadimos que es tu profesión y de ello dependen tus ingresos, esta presión se multiplica proporcionalmente a unas expectativas sociales, económicas y familiares con las que lidiar día a día.
En una ocasión, un golfista profesional me contaba que esto de disfrutar del golf es una utopía en el mundo profesional. Me ponía el ejemplo de una ocasión en la que en un hoyo 18 tenía un putt de un metro y medio. Si lo embocaba, conseguía la tarjeta para el Tour Europeo -él tenía 19 años y era su oportunidad de firmar un buen contrato de patrocinio y comenzar a vivir bien del golf-. Sin embargo, apareció el fantasma de la presión y ese hoyo cada vez se hizo más pequeño.
Lo falló y su carrera en ese momento dio un giro de 180 grado. No supo superar esa situación y su golf se fue apagando. Esto es más habitual de lo que pensamos. Las carreras se ven en muchas ocasiones truncadas por “lesiones mentales”. Sí, como lo lees. La cabeza también se lesiona.
En cualquier deporte, la preparación física se programa por cargas, macrociclos, mesociclos, microciclos…O sea, según el momento de la temporada se planifica el trabajo específico para buscar el nivel óptimo competitivo.
La pregunta es, ¿por qué nadie toma en cuenta la “carga mental” del deportista? A veces, creemos que el rendimiento de un jugador baja por que está mal físicamente y casi siempre la bajada de rendimiento tiene que ver con una carga mental elevada, que en muchas ocasiones repercute en lesiones musculares que, por supuesto, se relacionan con la carga física.
Está más que demostrado que cuando la cabeza tiene una “carga” apropiada, el cuerpo responde superando límites que no imaginamos.
La “tensión competitiva” ha de existir. En este caso, la psicología deportiva trata de que esa tensión siempre sea la óptima y que vaya en equilibrio con la parte deportiva y la vida personal del deportista.
Cuando nos sentemos en el sofá a ver a todos estos deportistas que tanto nos hacen disfrutar, reparemos en que no solo vemos un gran swing, sino que en su interior hay otro juego interior en el que la competición es, aún, más feroz. Desde el que gana, pasando por el que pasó el corte del viernes en el último golpe y llegando al que quedó último y perdió unos cuantos miles de dólares por no pasar el corte.
La vida que vivimos es una presión constante. Toca hacernos responsables de mantener una “carga mental” adecuada que nos permita mantenernos enfocados a la vez que en armonía. Esto solo se logra desde la auto observación y una constante regulación mental y emocional.
Quizá no eres profesional del golf, pero hoy te animamos a que tomes consciencia de cómo está tu carga mental y cómo afecta a tu vida.
El próximo artículo, veremos diferentes actitudes que nos pueden dar información sobre el nivel de carga mental en el que estamos.
¡¡¡Buen día y buen golf!!!
David Espinosa es Coach Deportivo y facilitador de procesos en equipos. Además de un apasionado del golf e investigador de todo el backstage que implica este gran juego en la parte mental y emocional.