El rough del TPC Harding Park de San Francisco en California, recorrido donde se celebra el WGC-Match Play, no entiende de nombres y muestra con crudeza sus portentosas armas. En esta ocasión le tocó el turno a Lee Westwood todo un exnúmero uno del mundo que se las vio negras incluso para golpear la bola.
El inglés perdió un golpe en una especie de bunker de hierba en el 17 al no mover prácticamente la pelota. En el segundo intento la sacó como pudo. Fíjense en los pies del jugador al que no se le ven los zapatos.
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