Greg Norman insistió en que el LIV Golf no fue concebido como una guerra frontal contra el PGA Tour, sino como una propuesta alternativa

Greg Norman volvió a situarse en el centro del debate del golf mundial con unas contundentes declaraciones en el podcast «Straight Talk«, donde el número uno del mundo defendió su papel al frente del LIV Golf y negó de forma tajante que su objetivo fuese destruir el PGA Tour o el sistema del golf tradicional.
«El calificativo de villano no me molesta tanto como la idea de que intenté destruir algo que amo«; afirmó Norman, quién se definió a si mismo como un «disruptor«; convencido de que el golf profesional necesitaba cambios estructurales desde hace décadas. Según explicó; su implicación en el LIV Golf nació de la convicción de que el sistema tradicional presentaba debilidades claras; especialmente en la manera en que se trataba y recompensaba a los jugadores.
Greg Norman se reafirmó en su papel dentro de una de las etapas más agitadas del golf profesional
Norman insistió en que el LIV Golf no fue concebido como una guerra frontal contra el PGA Tour, sino como una propuesta alternativa basada en la competencia, la innovación y el entretenimiento. “La competencia es sana en cualquier industria”; señaló, subrayando que formatos diferentes, mayor espectáculo y nuevas experiencias para el aficionado formaban parte de una evolución necesaria del deporte.
Uno de los puntos más destacados de su intervención fue la defensa de los derechos de los jugadores. El australiano recordó que leyendas como Jack Nicklaus o Arnold Palmer habrían multiplicado aún más su impacto económico si hubieran contado con mayores derechos de imagen y control sobre su carrera en su época. Para Norman, ese desequilibrio histórico fue una de las razones que justificaron la creación de un nuevo modelo como LIV.
El ex campeón del Open Championship también apuntó a la narrativa mediática como uno de los factores que alimentaron la confrontación. A su juicio, se construyó un relato de enfrentamiento total que no reflejaba sus verdaderas intenciones. “Nunca quise destruir el PGA Tour. Quise ofrecer opciones”; recalcó.
Lejos de mostrarse arrepentido; Norman se reafirmó en su papel dentro de una de las etapas más agitadas del golf profesional. Sus palabras en «Straight Talk» vuelven a dibujar el retrato de un personaje que, para bien o para mal; ha sido protagonista clave de la mayor sacudida que ha vivido este deporte en la era moderna.
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