J. Rose muestra sus armas: elimina el gluten de su dieta y compra un simulador para entrenar en casa

17 abril, 2015 | Redacción

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Justin Rose simulador 2 Se ha hablado poco del gran Masters de Augusta que realizó Justin Rose. Spieth ha acaparado todas las portadas durante la última semana y no sería justo que se olvidara la gran actuación del golfista inglés, que finalizó segundo empatado a golpes con Phil Mickelson (-14), un resultado que le hubiera supuesto la Chaqueta Verde en 13 de las últimas 15 ediciones.

Sin embargo, Augusta ya ha quedado atrás. El deportista europeo quiere seguir con esta línea ascendente en su juego, una mejoría que le ha hecho revelar su secreto mejor guardado. A decir verdad, sus dos grandes secretos. Uno, relacionado con la comida. Otro, con su entrenamiento.

Esta semana conocíamos de la mano del propio Rose que ha cambiado la dieta. Hasta aquí no habría nada raro si no fuera porque su nuevo régimen alimenticio se basa en el que lleva a cabo el número uno del tenis mundial Novak Djokovic. Desde hace un tiempo el serbio excluye de su dieta todos aquellos alimentos que posean gluten debido a que, al combinar esta sustancia con productos que portan azúcares, se incrementa el aporte calórico de los mismos.

Rose no echa de menos el gluten en las comidas, y afirma que desde que trabaja con esta nueva alimentación ha perdido entre tres y cuatro kilos. “Me siento mucho mejor tras haber renunciado al gluten. He perdido peso y eso está repercutiendo en mi juego”, comentó ante los periodistas el golfista británico.

Asimismo, Rose publicó este pasado miércoles en su cuenta de Twitter su arma secreta para los entrenamientos: ¡un simulador indoor! Esta máquina le da la oportunidad al golfista de entrenar sus golpes en alta definición incluyendo variables tan diferentes como el viento o la elevación del terreno.

Esta máquina es una verdadera joya de ingeniería y, a pesar de no ser para todos los bolsillos –su precio ronda los 42.000 euros– permite, con un gran realismo y una enorme precisión, practicar el juego en el propio salón de casa. Con este potencial tecnológico se hace difícil no querer entrenar.