Dicen las Reglas de Golf que, salvo por ciertas excepciones descritas en la Regla 14-5, “un jugador no debe ejecutar un golpe a su bola mientras la misma está en movimiento.” Pero, ¿qué pasa cuando la bola acaba encima de la rama de una palmera y el viento que mueve la rama no permite que la bola quede en reposo?
Esta fue la pregunta que una jugadora planteó a uno de los árbitros de la Copa de la Reina cuando su bola vino a caer encima de la hoja de una palmera que estaba a la altura del suelo.
El árbitro explicó a la jugadora la Decisión 18/3, que dice:
18/3 Bola en la horquilla de un árbol se mueve en relación con el suelo pero no en relación con la horquilla
P.- Una bola está en la horquilla de una rama en un árbol. El jugador trepa al árbol para jugar su siguiente golpe. La rama se comba por su peso. Aún cuando la bola se ha movido en relación con el suelo, no se ha movido en relación con la horquilla. ¿Se considera que se ha movido la bola?
R.- La bola no se considera movida dado que no lo hizo en relación con la horquilla del árbol en la que está alojada.
Sin embargo, el problema era aún más complejo que el descrito en la decisión. El movimiento de la rama a causa del viento hacía que la bola se moviese con respecto al suelo, pero lo que el árbitro no esperaba es que la bola también se moviese con respecto a la rama en sí. En efecto, cada vez que el viento soplaba, la bola bailaba arriba y abajo de la hoja.
En estas circunstancias, el árbitro explicó a la jugadora que tenía dos opciones: bien considerar su bola injugable, aplicando la Regla 28 y aliviándose de la situación con un golpe de penalidad, bien jugar la bola como “reposaba”, es decir, golpear la bola en esos momentos en los que las rachas de viento cesaban y permitían que la bola estuviese momentáneamente en reposo.
La jugadora optó por esta última opción y, aprovechando un instante de calma, golpeó la bola, consiguiendo que avanzase unos cinco o seis metros, suficiente para salir de tan complicada situación.
Fuente: RFEG