El US PGA Championship no se disputará fuera de las fronteras de Estados Unidos. La PGA de este país ha rechazado esta idea después de que el expresidente Ted Bishop anunciara el año pasado que era un proyecto a tener en cuenta.
Bishop consultó a jugadores importantes, como McIlroy, y hasta tenía un campo en mente: el Royal Portrush, en Irlanda del Norte. Pero el CEO de la PGA norteamericana, Pete Bevacqua, ha informado de que el proyecto ha sido apartado a un lado tras la falta de apoyos de miembros de la organización.
Sin embargo, la preocupación de tener tres grandes en un mismo país sigue existiendo en algunos círculos, que indican que exportando uno de ellos la audiencia podría incrementar. En este sentido, el USPGA es el único torneo que podría ser alterado de manera significativa.
Las reacciones contra la decisión de la PGA no se han hecho esperar. El sudafricano Gary Player tuiteó “¡qué vergüenza! ¡qué falta de visión! El golf nunca ha sido tan global, podría haber sido un elemento de cambio para la PGA. Lástima.”