«Cantabria Infinita, un lugar para compartir«, es el lema turístico de esa joya verde localizada en el norte de España, un lema que desde OpenGolf certificamos y que pudimos comprobar personalmente visitando los cuatro campos de 18 hoyos, o más, con los que cuenta la región: Golf Nestares y Abra del Pas (los dos complejos bajo el paraguas de la sociedad regional cántabra de promoción turística (Cantur), Club de Golf Santa Marina y RCG Pedreña, casa de Seve Ballesteros. A ellos hay que añadir otros cinco de 9 hoyos, entre los que se incluyen el municipal de Mataleñas.
Pero empezamos desde el principio en este primer capítulo de la visita a Cantabria de OpenGolf. Todo comenzaba en el sur de la comunidad a dos kilómetros de Reinosa, capital de la comarca de Campoo, lugar en el que se encuentra Golf Nestares. Un campo de 18 hoyos dirigidos con entusiasmo por Pepe Gutierrez, profesional de golf y artífice de un rediseño en 1998, desde el que se puede disfrutar de unas maravillosas vistas con unos Picos de Europa nevados como telón de fondo.
Un recorrido de 18 hoyos, par 72, con suaves desniveles y una longitud de 6.250 metros, que cuenta con la primera Q de Calidad que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) a un campo de golf de Cantabria y la quinta en España, en el que disfruta tanto el jugador amateur como el profesional, pues su dificultad no está exenta de conseguir esa vuelta que todos los aficionados a este deporte siempre han soñado. Sus
espectaculares lagos hacen que el jugador se concentre, disfrute de la estrategia necesaria y se desentienda por completo de sus problemas cotidianos en un día verdaderamente placentero a un precio módico que permite jugar al golf al alcance de cualquier bolsillo.
Finalizado el juego, o previo a él, el jugador puede disfrutar de la gastronomía en su cuidado edificio acristalado con vistas a la estación de esquí de Alto Campoo y a pocos kilómetros del nacimiento del río Ebro, con una carta que permite degustar lo mejor de la cocina cántabra, a base de carnes y quesos de la comarca con unos precios, al igual que el golf, más que asequibles.
Terminada la comida nos pusimos rumbo a Santander, al campo municipal de Mataleñas situado en el promontorio de Cabo Menor, uno de los parajes más bellos de la capital cántabra frente a la kilométrica playa de arena fina de El Sardinero. Inaugurado en 1986 reivindica ser el primer campo municipal de España en pugna con el de Pozoblanco. Un cuidado campo de nueve hoyos (se juega 18 a dos vueltas) con 1 par 5, 5 pares 4, y 3 pares 3 y unas excepcionales vistas cuya dirección corre a cargo de Miguel Ángel Raba.
Además el recorrido, un campo técnico con greens muy bien defendidos en el que incluso los jugadores más experimentados tendrán que concentrarse en la precisión, puede convertirse en un pitch&putt, con 18 hoyos diferentes con distintas trayectorias y distancias debido a que en cada hoyo existen dos salidas, así como en un recorrido corto (PequeGolf), específico para pruebas juveniles.
Tras este primer día, OpenGolf les propones seguir este itinerario por Cantabria con otras dos nuevas entregas visitando Golf Abra del Pas y el magnífico Club de Golf Santa Marina, diseño de Seve Ballesteros en el que una gigantesca estatua del Genio de Pedreña preside el tee del 1, para en una tercera entrega dar cuenta de la joya de la corona; el RCG de Pedreña complementado con una visita por las calles su capital, Santander.
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