OpenGolf en Cantabria, un lugar para compartir (2): Abra del Pas y la firma de Seve en Santa Marina

Segunda jornada visitando otro de los campos bajo el paraguas de Cantur y el precioso recorrido de Santa Marina uno de los últimos diseños de Seve

«Cantabria Infinita, un lugar para compartir«, es el lema turístico de esa joya verde localizada en el norte de España, un lema que desde OpenGolf certificamos y que pudimos comprobar personalmente visitando los cuatro campos de 18 hoyos, o más, con los que cuenta la región: Golf Nestares y Abra del Pas (los dos complejos bajo el paraguas de la sociedad regional cántabra de promoción turística (Cantur), Club de Golf Santa Marina y RCG Pedreña, casa de Seve Ballesteros. A ellos hay que añadir otros cinco de 9 hoyos, entre los que se incluyen el municipal de Mataleñas.

El cartel con el nombre de Celia Barquín lo encontramos en el campo. Foto: OpenGolf.es

Tras la primera jornada en los campos públicos de Golf Nestares (Cantur) y Mataleñas (Ayuntamiento de Santander), reponer fuerzas y descansar lo necesario en el confortable Hotel Santemar, pusimos rumbo a Abra del Pas (también llamado Celia Barquín tras añadir al complejo el nombre de la malograda jugadora española), primera de las etapas que nos deparaba este segundo día en Cantabria.

Abra del Pas es un par 70 cuyo rediseño, en varias fases, vino de la mano de José Manuel Gutiérrez Serna, director de Golf Nestares. Localizado en la pequeña localidad de Mogro, a 8 kms de Torrelavega y a tan sólo 15 de Santander, está situado en uno de los parajes más bellos y con más encanto del mar Cantábrico en un lugar donde el golfista puede disfrutar de este deporte de una manera cómoda, tranquila y sosegada.

Su nombre, Abra del Pas, viene por estar situado precisamente en la desembocadura de este río que rodea un campo en el que las suaves subidas y bajadas, su gran lago que afecta a 6 hoyos y ayuda en el

Desde la zona alta del campo divisamos una hermosa vista. Foto: OpenGolf.es

drenaje del campo, y un rough espeso limitando las calles hace que la estrategia sea parte fundamental del juego. Además, el golfista puede disfrutar de la belleza de su entorno porque el recorrido está rodeado de bosques y dunas de finísima arena lo que convierte las calles del campo en verdaderos prados.

A todo ello haya que añadir, al igual que sucede en Nestares, la gastronomía ya que su restaurante ofrece una amplia carta que conjuga la tradición de la cocina cántabra con las nuevas tendencias gastronómicas de forma sencilla y equilibrada lo que completa una jornada del mejor golf.

Vista del 18 de Santa Marina desde la Casa Club. Foto: OpenGolf.es

Pero si tenemos que hablar de belleza no podemos pasar por alto el campo de Golf Santa Marina, siguiente parada en nuestra visita a Cantabria. Diseño de Seve Ballesteros dirigido por el profesional Mariano Saiz, ubicado en la localidad de San Vicente de la Barquera, puede presumir de ser el único campo de golf que es atravesado  por una de las rutas del Camino de Santiago durante más de un kilómetro por las calles del 9 y del 18 teniendo que cruzar un puente romano.

Una estatua del Gran Seve preside el tee del 1 en Santa Marina. Foto: OpenGolf.es

En su Casa Club, una acogedora casona montañesa del siglo XVI totalmente restaurada, podemos ver innumerables imágenes del Genio de Pedreña quién declaraba en 2001 del campo: «Estoy muy satisfecho de la obra realizada. Es un recorrido natural, donde se ha intentado lograr poner en juego todas las particularidades y elementos naturales de la finca«.

Golf Santa Marina es un campo pensado para que se adapte a todo tipo de jugadores, es divertido y entretenido para los hándicaps más altos, y puede llegar a suponer un verdadero test para los profesionales, donde realmente se utilizan todos los palos de la bolsa, algo que pudimos comprobar junto a Martín Gutierrez, mano derecha de Mariano Saiz.

El pino que crece en el campanario de la Ermita es uno de los iconos de Santa Marina. Foto: OpenGolf.es

Integrado en el terreno natural donde predominan las masas boscosas autóctonas entre arroyos que atraviesan la finca donde se pueden ver hasta corzos, hay dos lugares en los que la foto se hace imprescindible, el primero de ellos es junto a la gran estatua de bronce que preside el Tee del 1, el otro es delante de la fachada de la capilla del siglo XVII que se encuentra en el recorrido y que protagoniza el escudo ya que en su campanario crece un pino, icono del Club.

Tras estos dos primeros días, OpenGolf les propone seguir este itinerario por Cantabria con una tercera y última entrega visitando la joya de la corona: el RCG de Pedreña jornada que complementaremos con una visita por las calles su capital, Santander.