El Golf Interior explora la figura de un personaje que se encuentra implícito en cada deporte y desentraña las causas de sus actos

Una bola que aparece de repente, después de buscarla dos minutos, y en un lugar casi idílico para jugarla entre árboles, maleza y rocas. Personas que se les olvida contar y pierden la cuenta más allá del número 6. Golfistas que les gusta mucho el fútbol y juegan con su bola con el pie como Maradona para tener un golpe más cómodo…
De estas, cada persona que lea este artículo, hay mil anécdotas y algunas realmente dignas de una tragicomedia.
Muchas de esas trampas nunca las llegamos a ver con nuestros ojos y, aunque las intuimos, no podemos decir nada. Por ejemplo, se estila mucho ahora en los campeonatos que cuatro amigos jueguen juntos. Según mi experiencia, es aquí donde ocurren situaciones difíciles de entender.
El otro día, precisamente en un torneo, delante de nosotros iba una partida a la que prácticamente desde el hoyo 3 tuvimos que esperar en casi cada golpe que daban. Ninguno de los cuatro golpeaba rompiendo la bola y estaban más tiempo buscando que jugando. Fuimos espectadores de su partida hoyo tras hoyo. Curiosamente, uno ganó el torneo en su categoría (3ra creo recordar) con 45 puntos ni más ni menos; otro, el drive más largo, y el tercero un hoyo más cercano. Imagino que el cuarto ya se cortó, por aquello de no dar mucho que hablar.
Esto no es aislado y ocurre más de lo que nos gustaría. Casualmente, este torneo tenía un premio de cuatro días, tres de ellos jugando al golf, para una final nacional de un torneo muy famoso en el mundo amateur.

¿Qué está ocurriendo en el mundo del golf y en la sociedad? ¿Todo vale? ¿Con qué cara los tramposos van a decir a sus hijos, pareja o familia que han “ganado” un torneo de golf? ¿Realmente te puedes fiar de alguien que hace trampas en un juego como el golf?
Seguramente, estas personas en la vida cotidiana exigirán a las demás personas que sean sinceras, veraces y transparentes.
En descarga de los tramposos, hay que decir que nuestra mente está diseñada para la supervivencia y sobre todo para evitar el dolor/sufrimiento. Para todo ello está el “circuito de recompensa cerebral”. Esta área contiene neuronas que se proyectan hacia numerosas regiones del cerebro, desempeñando un papel fundamental en la motivación, el deseo, el placer y la valoración afectiva.
Esta franja se encarga de liberar dopamina, que es la neurona responsable del placer y la sensación de bienestar, tan necesaria para seguir vivitos y coleando.
Por eso, tenemos el impulso de mejorar las cosas cuando van mal y el cerebro no distingue si estamos jugando al golf o en medio de un campo de batalla. Nuestra cabeza más emocional necesita arreglar las cosas y uno de los atajos en cualquier deporte es “hacer trampas” para luego racionalizarlo y justificarlo internamente y sentirnos bien. Ya sabéis aquello de que “el fin, justifica los medios”.
Una persona que gana un torneo haciendo trampas se contará sus “historias” para después no tener mala conciencia y de nuevo evitar el sufrimiento. Es el ratón que se muerde la cola. Son esas personas que van trampeando y mintiendo allá donde van, creyéndose todas sus mentiras hasta tal punto de llegar a ser algo necesario en sus vidas. Hacer trampas o mentir crea adicción, pues hacerlo crea una falsa recompensa y placer, como lo hacen las drogas, el juego o el tabaco. Es la misma sensación.
El tramposo, a su vez, siente un nivel de estrés cuando “ejecuta”, generando adrenalina que una vez liberada hace que el cuerpo pase de una tensión excesiva a un momento placentero cuando no le pillan con las manos en la masa. No ser pillado es su pequeña victoria.
Las personas somos como jugamos. Esto es, lo peor y lo mejor de nosotros se ve en el campo de cualquier deporte o en cualquier juego. La persona tramposa ni es de fiar en el campo ni lo es en la vida.

Por tanto, es muy humano tener el impulso de contarte una de menos o de dar una patada a tu bola para sacarla debajo de un arbusto. Lo llevamos en los genes y nuestro cerebro límbico trata de mejorar la situación que nos causa dolor. Si alguna vez te pasó no te sientas mal, eso es que tu circuito de recompensa funciona muy bien.
Lo importante es tu parte más racional, humana y cómo entrenas tu conciencia en base a unos valores y principios que guían tu manera de relacionarte con el entorno.
Lo importante de que en el golf y en la vida encontremos el placer aprendiendo de los errores y creciendo sin coger atajos que en muchas ocasiones perjudican a otras personas.
Sin duda, este es un tema que da para muchos artículos y que retomaremos en el futuro. Desde OpenGolf te agradecemos tu honestidad en cada partida y desde luego, que estés aquí leyendo este artículo hasta el final.
¡¡¡¡Brindamos por el juego limpio y lleno de valores como es el Golf!!!!
David Espinosa es Coach Deportivo y facilitador de procesos en equipos. Además de un apasionado del golf e investigador de todo el backstage que implica este gran juego en la parte mental y emocional.






21 respuestas
Es bastante común en los torneos amateurs la trampa, sobre todo la de contar un golpe menos, y ésto se ha incrementado con la incorporación de nuevos jugadores, sobre todo mayores que conociendo poco de reglas y como marcadores, no controlan los golpes de su compañero de juego, y una vez que éste se da cuenta que nadie lo controla y el marcador poco conocedor del juego le pregunta cuántos fueron, ya da pie para una respuesta tramposa. Lo he visto en muchos casos y lo mejor para evitar éstos casos es jugar con cadies, ya que éstos son muy eficientes en el conteo de los golpes de los jugadores del equipo….
Totalmente de acuerdo, con tu comentario. Un abrazo.
Me gusta darle a la bola.. En un campo de golf, en la playa cuando baja la marea, en un terreno en barbecho…Me agarró al concepto prehistórico del golf de los pastores escoceses…Soy profesor, y me gusta transmitir a mis alumnos las sensaciones que obtengo cuando le doy a la bola… De como compites contra ti, al lado de amigos…Creo que es una buena metáfora para la vida… Y no comprendo hacerte trampas a ti mismo, que es quien es realmente tu adversario …Aunque a veces sientas la derrota de ese golpe indebido por una causa que se te ha olvidado tener en cuenta antes de comenzar a mover el palo. El espejo y lo que en el veamos es nuestro único juez..
Muy cierto, sobre todo los hándicap altos que intentan bajar hándicap.
Yo soy un mal marcador y apunto los golpes que me dicen, cada uno tiene que que tener su propia conciencia.
Excelente artículo, así en el golf como en la vida. Las tentaciones malas se erradican con trabajo diario.
Para eso hay que tener Buenos maestros en la vida.
Es muy cierto y lamentable la perdida de caballerosidad en este deporte, me tocó ver personalidades importantes en la vida privada patear su pelota debajo de un arbusto… Muy lamentable…
«La persona tramposa no es de fiar ni en el campo ni lo es en la vida» Una simple frase pero muy cierta.
Es cierto que existen los tramposos y tan cierto que hay también co competidores que no aplican las reglas y por ende las penalidades. En definitiva creo que hay tramposos porque preferimos hacernos los distraídos para evitar malos momentos en lugar de hacer valer el reglamento.
Exelente tema. Me ha pasado con un compañero y al dia de hoy no he sabido como encarar una conversacion acerca de estos episodios.
Buenísima la nota. A veces tan evidente y tan incómodo. Es triste que un deporte como el golf se empañe «por algún golpe menos»
Buenísima la nota. A veces tan evidente. Triste que un deporte como el golf se opaque «por algún golpe menos».
Hay much@s, mas de l@s que creemos He vivido situaciones de verdadera verguenza, tanto para el/la trapos@ como para mi mismo.
Yo dejo un consejo que raeas veces me han echo equivocarme.
Si alguien lleva un lapiz con borrador incorporado en un extremo el 99,99 de las veces al comprobar nuestras tarjetas, no coincidiran pongo la mano en el fuego.
Siempre a favor de esa persona.
Hola. Esperando no ofender, disiento en algo de lo leído.
No siempre el fin justifica los medios. Lo dijo alguien que de comunicación sabía muchísimo, el papa Juan Pablo II.
Es más, específicamente en golf el fin, que es lograr un score acorde al campo, debiera estar auto controlado de manera que el medio no atente contra el objetivo, que es además de un resultado positivo según práctica, mejorar siempre.
Muy completo y explicativo la conducta de ciertos jugadores de golf
Muy buen articulo !
En mi caso particular, lo ví y no me animé a corregirse lo a compañero de línea, un poco por falta de conocimiento de reglas de golf, pero me sacó de competencia, no me pude concentrar hasta terminar de jugar. En lo personal me afectó
David, lo has clavado.
Así somos y nos comportamos.
Creo que es necesario apoyarte y felicitarte por el artículo y seguir motivando a ser honesto en todas nuestras actividades y se4mos mejores golfista