Hay momentos en los que hay que aprovechar los conocimientos que se tienen sobre un campo después de jugarlo decenas y decenas de veces. Y esto es lo que hizo Tiger Woods en el hoyo 9 para salvar el par con un putt marca de la casa que puso de manifiesto que el californiano es único para leer los greenes y para ejecutar golpes de tan bella factura que, aunque no entren, se conviertan por méritos propios en auténticos golpazos.