Hasta ahora era un tema que no había tratado en público, pero Azahara Muñoz se ha confesado hace unas horas en On the Tee, el podcast semanal de la LPGA que repasa la actualidad entorno al mejor circuito femenino del planeta. Y es que la malagueña, que consiguió un meritorio segundo puesto en solitario en el Lotte Championship disputado en Hawái, ha reconocido que padece la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la destrucción de la glándula tiroides.
“Para ser honesta, yo siempre he creído que tenía un problema. Entre otras cosas cambiaba de peso sin pretenderlo. Me acuerdo que desde pequeña me decían que había nacido cansada”, comentaba la de San Pedro de Alcántara haciendo referencia a algunos de los síntomas de esta dolencia, que es diagnosticada a 200 mil personas anualmente solo en Estados Unidos.
“Durante algunas fases pensé que estar así era lo normal, pero poco a poco comencé a darme cuenta de que era mi cuerpo el que no funcionaba bien. Comenzaba a tener la piel seca, las uñas débiles, cansancio continuado, caída de pelo… Precisamente fue este último síntoma el que me hizo visitar al dermatólogo, que me informó de lo que padecía”, señaló la jugadora andaluza, quien ha decidido hacer visible todo su proceso para intentar ayudar a quienes se puedan ver reflejados en unos síntomas caracterizados por el cansancio generalizado y los continuos cambios de peso.
“Me intento tomar todo de otra manera, sobre todo las malas rondas. Antes me alteraba, pero he leído y escuchado mucho sobre la enfermedad y no merece la pena ponerse así. Ahora en lugar de darle muchas vueltas a esto o aquello me tomo un café si he tenido un mal día. He aprendido a disfrutar más de la vida”, sentenció la deportista.